El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha venido este sábado a Melilla ha interesarse por el estado de los 50 efectivos (47 guardias civiles y 3 policías nacionales heridos) en el salto masivo a la valla del miércoles y el jueves.
En declaraciones a los medios, Marlaska defendió la proporcionalidad de las actuaciones de los agentes en la valla y recalcó que "un estado democrático no se puede permitir que sus fronteras sean agredidas violentamente".
Asimismo, destacó que ha podido ver el estado en que quedaron defensas y cascos de los agentes. También pudo comprobar que usaron en el salto palos más largos que las defensas de los efectivos policiales, además de martillos, tornillería y garfios unidos a un trozo de madera, lo que en su opinión refleja el importante riesgo al que se enfrentan los guardias civiles en la valla.
Pese a que este viernes el Defensor del Pueblo adelantó que pediría una investigación sobre una actuación en la valla, el ministro del Interior mantuvo su argumento de que los inmigrantes actuaron esta semana en Melilla con "una violencia inusitada".
Además, avanzó que se harán inversiones importantes en la valla y que las obras de remodelación del perímetro fronterizo acabarán en tres meses.
Sobre los refuerzos que necesita el perímetro fronterizo, el ministro del Interior dijo que ya han sido trasladados a la ciudad dos unidades de GRS y una de la UIP. Son en total 50 GRS y 41 agentes de la Unidad de Intervención Policial.
En varias ocasiones el ministro del Interior hizo hincapié en que el Gobierno de España está comprometido con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Respecto a las críticas que apuntan a que España diferencia entre refugiados de Ucrania y del Sahel, Marlaska rechazó que sea cierto y atribuyó este argumento a una utilización partidista de lo que está pasando.
El ministro recalcó hasta la extenuación que no se puede permitir que las fronteras de un país sean agredidas "violentamente".