El perímetro fronterizo entre España y Marruecos en Melilla se encuentra "tranquilo" tras haber sufrido en las madrugadas del miércoles y el jueves una importante presión migratoria con los dos saltos a la valla más importantes de la historia de la ciudad autónoma.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla han informado a Efe de que "está todo tranquilo" en la valla fronteriza, por lo que es la primera noche en 72 horas sin intentos de entrada.
La noche ha estado marcada en Melilla por el temporal, que obligó a activar la alerta naranja a las 00.00 horas por vientos de 90 km/h y fenómenos costeros, con olas de hasta cuatro metros, a los que se han sumado durante la madrugada algunos momentos de fuertes precipitaciones.
En los dos saltos a la valla del miércoles y el jueves participaron un total de 3.700 subsaharianos -2.500 y 1.200, respectivamente-, de los cuales casi 900 consiguieron entrar a la ciudad -491 y 380-.
La suma total de heridos entre ambas jornadas es de 47 guardias civiles, tres policías nacionales y 32 inmigrantes.
El Ministerio del Interior anunció el jueves un refuerzo inmediato en la valla de alrededor de un centenar de agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional y su titular, Fernando Grande-Marlaska, visitará este sábado la ciudad, un día después de lo hiciera la directora general del instituto armado, María Gámez.
La directora de la Guardia Civil recorrió este jueves el perímetro fronterizo de Melilla y se reunió con varios agentes que resultaron heridos de diversa consideración el miércoles y el jueves en dos saltos a la valla definidos por las autoridades locales como muy violentos.
Desde la Delegación del Gobierno aseguraron que los migrantes subsaharianos entraron armados con piedras, palos y garfios que utilizan para escalar la doble alambrada por una zona donde aún no se han instalado los peines invertidos.