El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) y de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, explicó a El Faro que las empresas locales han dejado de ingresar entre un 30 y un 70% de ganancias en este último año. La esperanza de los negocios es que se pueda vacunar a la población lo antes posible, pero mientras, piden más medidas y no solo ayudas económicas, sino de otro tipo que reactiven la economía.
Alcoba lamentó que el director general de Salud Pública, en la reunión de esta semana, no atendiera la petición de ampliar el horario de apertura de los comercios, al menos una hora más, hasta las 20:00 horas. “Entendemos que no hubiera alterado en nada los contagios”. Y es que la CEME y Acome creen que es en el ámbito privado donde se está produciendo la transmisión del virus.
Además, insistió en que se necesita la unidad de los partidos políticos para poder sacar adelante a la ciudadanía. “Creo que es el momento para que estén todos los partidos unidos en sacar sanitariamente y económicamente adelante a la ciudad y no lo vemos ni en Melilla ni en Madrid ni en ningún lado. Nos da tristeza que los políticos estén en lo suyo, como son las siguientes elecciones o en mover del sillón al que está. Es la sensación que tenemos desde fuera de los políticos. Cuando es el momento de estén unidos para sacar adelante al país y a la ciudad. Estamos decepcionados de que no sea así. Un momento como éste no creo que se dé más en la historia, que nos haya cogido la pandemia y todo lo demás, en Melilla, como el cierre de la aduana comercial y de la frontera”, aseveró Alcoba lamentando la falta de consenso entre los partidos políticos.
–¿Cuándo escuchó hablar de la Covid-19? ¿Creía que era posible que provocara esta crisis sanitaria y esos efectos económicos?
–A finales de febrero empezamos a escuchar los primeros casos en China, en Italia... Según los datos que facilitaba el Gobierno y la prensa, parecía que el virus no era tan agresivo, pero en la segunda semana de marzo nos confinaron a todos cerrando toda la actividad no esencial.
Para nada se podía creer algo así. Estuvimos dos meses cerrados y eso es algo impensable. Era la primera vez en la historia de España que ocurría algo así. Incluso cuando veíamos que eso sucedía en China, pensamos que en España no pasaría, no solo no confinar un país entero, sino una ciudad.
Las consecuencias han sido muy desastrosas a nivel sanitario y económico. En primer lugar, hay un baile de fallecidos que cada administración y medio de comunicación dice un número. Pero podemos estar en unos 100.000 fallecidos. Es una situación más que preocupante.
Esto es peor que una guerra y, como en una postguerra, tiene consecuencias económicas.
Hay unos 800.000 trabajadores en ERTE en España y unos 1.000 en Melilla. Hay empresas que han cerrado y ni se sabe el número porque, al final, esto es una cadena. Se está aguantando, pero si no se le ve una salida a corto plazo, que ya le digo que no se ve, hay sectores como es turístico, el sector de la noche, que están muy perjudicados... Y al final todo esto arrastra al resto de sectores que nos vemos perjudicados con las limitaciones horarias.
El efecto económico negativo va a ser bastante transcendental y con unas consecuencias muy graves para la economía, para el incremento del desempleo y el cierre de muchas empresas que se verán en los próximos meses.
–Precisamente le quería preguntar por esos sectores que se están viendo más afectados por toda esta situación.
–Aquí en Melilla todo lo que tiene que ver con los mayoristas de la frontera está cerrado. Todos los que se dedicaban al comercio al por mayor con Marruecos y al porteo está cerrado y sin saber cuándo pueden reactivar, ni las condiciones, ni si Marruecos va a permitir que se sigan vendiendo así las mercancías, que ya lo dudo. Después, pues los agentes de aduanas y transportes. Se han visto afectados también porque son muchas menos las mercancías que llegan.
Hay que tener en cuenta que aproximadamente un 70% de las mercancías que siempre ha entrado en Melilla iba para Marruecos y el otro 30% era de consumo interno. Toda esa mercancías con sus puestos de trabajo han dejado de venir y las agencias están paradas.
El sector de la noche, los espectáculos... están parados. Los restaurantes y pub están cerrando a las 18:00 horas y pocas posibilidades tienen de negocio. Yo creo que se ha visto afectado también la COA y los taxis...
Esto es un efecto dominó y creo que nadie lo esperaba. No es culpa de nadie, pero después de un año no creo que las medidas estén siendo eficaces. En Melilla seguimos en el ranking de más contagios, que es el doble de otras autonomías que nos siguen. Algo no se está haciendo bien o en algo se está fallando o las medidas no son las acertadas.
Nosotros entendemos desde la CEME que los contagios no están en los locales ni de hostelería ni de comercios, sino que la mayoría está en el ámbito familiar, en los positivos que andan por la calle sin control, en fiestas ilegales...
En el periodo de las 18:00 horas hasta la noche que la gente no sabe lo que hacer, pues se van a casas de familiares y de amigos para cubrir esas horas del cierre de las empresas hasta el toque de queda y creemos que está ahí el contagio.
Esta semana tuvimos una reunión con el director general de Salud Pública para pedir que como mínimo se ampliara el horario el comercio hasta las 20:00 o 20:30 horas. Es que esas dos horas las vemos fundamentales para darle un balón de oxígeno al sector. Pero nos hemos visto un poco decepcionado porque nuestra sugerencia no se ha llevado a efecto y se mantiene el horario. Las cifras las vemos alarmantes, pero no es la causa de los comercios, ni mucho menos. Pero somos los que estamos padeciendo esta situación.
Deben tener en cuenta que quien tiene una nómina fija, aunque trabaje menos horas, al final de mes tiene un su cantidad fija. La empresa privada vive de su esfuerzo económico, de su continuidad, de la venta de sus establecimientos... Y si nos limitan o nos cierran unas horas, lógicamente a final de mes se nota cuando tienes que pagar las nóminas y los gastos los sufrimos desde hace un año.
–¿Saben cuántas empresas han cerrado? ¿Cree que algunas de las que sobreviven son lo que llaman ‘empresas zombies’, es decir, las que desaparecerán cuando terminen los ERTE y las ayudas?
–Pues sí. Hay empresas que están aguantando esperando ver cuándo termina todo esto. A ver cómo queda la situación fronteriza, a ver qué pasa cuando estemos todos vacunados y si vamos a poder vivir una situación normal... Y claro están aguantando con los trabajadores en ERTE. Pero cuando estos empleados se incorporen a la empresa, pues, en principio, esto termina en mayo, aunque quizás se amplíen en algunos sectores que siguen cerrados o casi muertos en la actividad, la pregunta es si podrán continuar. Con los trabajadores incorporados, pero ya con muchas pérdidas, sin clientes y sin actividad, ¿se podrán mantener los puestos de trabajo otros seis meses como obliga la norma? En caso contrario se tendrían que devolver las ayudas.
Tenemos todos una inquietud, una incertidumbre sin saber cómo ni cuándo va a acabar esto.
Esta semana tuve una reunión con la CEOE por videoconferencia y contamos con todos los sectores y los informes del gobernador del Banco de España y todo indica que hasta final de año no vendrá el principio de la normalidad.
Primero tiene que estar vacunada una parte importante de la población y ahora con el problema de una de ellas, va a trastocar el plan de vacunación, y claro todo esto arrastra la situación. La salud y la economía van unidas. Lo importante es la salud, pero sin economía poca salud va a poder también subsistir. La gente tiene que dar de comer a sus hijos, pagar la hipoteca o sus gastos y si no tienen trabajo o se reducen los ingresos es un problema que tienen. De forma que estamos en esta incertidumbre sin saber hasta cuándo vamos a estar así.
–En cuanto al comercio, ¿tienen una estimación de las pérdidas de este último año?
–En el año 2020, entre los dos meses que hemos estado cerrados, entre que no se han producido consumo, porque las bodas, comuniones y bautizos no se han celebrado como antes, al menos, y eso lleva comidas y comprar ropa, calzado y otros complementos... Con estos eventos la economía se activa. Pero en 2020 con eso, las restricciones de viaje y de horarios, en todas las empresas ha tenido efecto, en el que menos, entre un 30 o un 70% menos de facturación que el año anterior, y la media puede estar en un 50% menos de ingresos. Todas las empresas han tenido estas pérdidas entre el 2019 y el 2020. Pero hay empresas que están aún peor, como son las mayoristas de la frontera, que al estar cerrada, sus ingresos ha sido de cero, y sus pérdidas son del 100%.
–¿Las ayudas que están llegando sirven para cubrir esas pérdidas?
–Las ayudas son ayudas solamente. Esas ayudas de la línea 1 a la 5 eran para reactivar la economía y por los dos mes que tuvimos de cierre. Pero claro, nadie pensó que esto iba a durar un año y que tras ese año aún tendríamos restricciones de horario. No sabemos cuándo va a venir la normalidad.
Por ello, se está trabajando en una línea nueva de ayudas, la línea seis, pues esto parece que no tiene fin. Las ayudas están llegando con cuentagotas y tarde. Se valora positivamente, pero no compensa ni mucho menos las pérdidas ocasionadas ni el trastorno económico a la empresa. Son ayudas, las consideramos muy buenas, pero no compensan para nada las pérdidas que se están teniendo ni a que se puedan mantener las empresas muchos meses más si esto sigue así esto.
Esperamos que con esos 11.000 millones de España, con las ayudas del Gobierno local que nos comentaron en la reunión de Hacienda que ronda entre los 7 y los 10 millones de euros, pues que puedan seguir algunas empresas en pie y que pueda seguir el optimismo y el poder tener abiertas estas empresas.
En lo que confiamos es en que la mayoría de la población esté vacunada. Lo de más son ayudas, pero nos sirve para sacar adelante las empresas.
“O nos sacrificamos todos o esto no tiene ningún sentido”
–¿Hay algún proyecto que pueda dar oxígeno en estos momentos? Se habló de las líneas comerciales con Argelia o con Beni Enzar pero no terminan de llegar. ¿Hay algo en marcha para ya?
–Bueno son todas medidas que exponemos a las autoridades. La semana pasada estuvimos reunidos con el presidente de la Ciudad y con la delegada del Gobierno y a uno le hacemos llegar unas medidas y al otro, otras de las actuaciones que creemos que pueden reactivar la economía. Pero claro, las ayudas por el tema de Correos es a medio o largo plazo, la línea con Argelia sale si cuenta con el visto bueno del Gobierno; la reapertura de la aduana comercial depende también de que el Gobierno central pueda negociar y defienda los intereses de los melillenses y de que ese bofetón diplomático que nos dio Marruecos con el cierre de forma unilateral sirva para que el Estado sepa negociar y que se pueda reabrir.
Todas estas cosas son necesarias, pero necesitamos el apoyo del Gobierno central y de los políticos que están gobernando y en la oposición para que vayan en una misma dirección pidiendo las mismas cosas en Madrid. Si uno dice que hay que entrar en la Unión Aduanera y otro que mejor la zona económica especial, pues no sabemos que se hará. Para esto se ha realizado un Plan Estratégico, para ir entre todos trabajando en la misma dirección. Pero si cada uno va por libre va a ser muy difícil que Madrid nos escuche.
Todos estos temas se los damos al Gobierno local y al nacional, a través de la Delegación del Gobierno, para reactivar la economía. Pero es muy importante que se tomen las medidas lo antes posible porque no tenemos tiempo.
Todas esas medidas, como dice, están sobre la mesa, como también la ampliación del puerto, porque lo apoyamos desde el primer minuto, puesto que se gana espacio y se crean puestos de trabajo. Y luego puedes hacer un espacio para contenedores, un aeropuerto o llevar allí a Endesa... Pero el primer paso es ampliarlo y lo apoyamos, pero si un partido dice sí y otro no, uno propone una cosa y el otro una diferente, pues Madrid nos va a hacer poco caso. También es verdad que llevamos años escuchando de ampliar el puerto sin que se ponga una piedra. Es cierto que todos son proyectos. Pero no terminan de cuajar y dudamos de que se reactive la economía sin esa unión.
Entendemos que la formación de jóvenes de la ciudad, teniendo en cuenta que con el cierre de la frontera y la falta de trabajadores transfronterizos, se puede formar a este colectivo en los empleos que se necesitan.
La Delegación del Gobierno quiere coger de los parados a los trabajadores que hacen falta, por ejemplo, en la construcción o el comercio.
Lo valoramos positivamente que se vaya a crear un centro de formación de albañilería o construcción. Es bueno porque se formará a los jóvenes como ya se hace en la hostelería.
Pero todas estas herramientas están en manos de nuestros políticos y son ellos los que tienen que acelerar en el tiempo estas medidas y unirse. Si no se unen en una pandemia, difícilmente vamos a encontrar otro momento para que sumen esfuerzos los partidos políticos.
–¿Y para el comercio se puede poner en marcha ya alguna plataforma de venta online o de servicio a casa para el comercio local?
–Eso nos ofreció la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, en el mes de marzo del pasado año. Nos ofreció una plataforma para vender los productos de Melilla en la ciudad y llevarlo a sus casas. Esto lo valoramos positivamente ya que los clientes usan cada día más las compras por Internet. Sería una medida importante.
Esta semana se ha llevado al Foro por la Movilidad una demanda que realizamos desde hace diez años como es la creación en el centro de una zona de rotación de aparcamientos. Pues para que el centro sea atractivo, debe haber espacio para aparcar. Tras perder 500 plazas de aparcamiento en el centro, entre las calles peatonales, zonas de no aparcar y las obras, pues no se facilita que la gente venga. La competencia directa es el centro comercial y allí hay mil plazas de aparcamiento gratuitas, pues lo que hay que fomentar aquí es el parking de Isla Talleres de 700 plazas y mientras que haya una planta cerrada como la de abajo y hay dificultades para entrar, pues no funcionan siempre los cajeros o la barrera, pues hay que trabajar ahí para que facilite que puedan venir los clientes. En el Foro se acordará que haya una zona azul en la calle General Marina y lo valoramos de forma positiva porque por fin va a cuajar.
–¿Cree que crecerá el consumo en Semana Santa y, más tarde en Ramadán, con el cierre perimetral?
–Bueno nos sorprende que esté el perímetro cerrado para salir y el lunes llegaran 400 personas en barco y los aviones llenos. La verdad es que los médicos de Málaga tienen que estar saturados por la cantidad de visitas que se hacen y que creemos que son ficticias esas visitas porque todas son las mismas excusas. Si nos estamos sacrificando las empresas de Melilla, la hostelería y cerramos a las 19:00 horas y en Málaga cierra a las 21:30 horas la hostelería y los centros comerciales y la gente puede ir allí a comprar y a cenar con cierta facilitad. Luego viene aquí y no hay ese control, pues nos sorprende.
No tiene ningún sentido tomar medidas si no se ajustan para todos los ciudadanos. Las normas se tienen que cumplir. Nosotros entendemos que todas las personas que viajan no lo hacen como dice el reglamento por temas sanitarios, estudios o trabajo. La cantidad de personas que se están moviendo estamos completamente seguros que muchas de ellas se saltan las normas a la torera. O tomamos las medidas en serio o esto no servirá para nada.
–Entiendo que no tienen perspectiva de aumente el consumo.
–Bueno si no se puede salir ni puede venir nadie, nos daremos por satisfechos con el consumo interno. Lo que tenemos dudas es que no pueda venir nadie y si se puede ir gente. Habrá que ver las plazas que están vendidas de ida y vuelta.
Es fácil saber cuántas personas se van cuando del jueves al domingo de Semana Santa están todas las consultas cerradas de los médicos. Si se van 1.000 personas, habrá que ver a dónde van, si a un médico, a trabajar o a estudiar. O somos serios y nos tomamos esto en serio, tanto los ciudadanos como las autoridades que lo controlan, o podemos estar así cuatro o cinco meses en la misma línea sin llegar a tener soluciones que todos queremos como es la vuelta a la normalidad. O nos sacrificamos todos o esto no tiene ningún sentido.