No es aconsejable ni tampoco admisible que la nueva oferta de billetes baratos de Air Nostrum se convierta en un gol imaginario dentro de un tanteo partidista y dañino para los intereses de Melilla.
Con independencia de que haya sido fruto de las negociaciones del Gobierno Imbroda con la aeronáutica –basta saber a cambio de qué-, lo conseguido no es en ningún caso un obstáculo para seguir exigiendo al Gobierno central que adopte medidas encaminadas a abaratar el alto coste de los pasajes de los vuelos con nuestra ciudad.
El ministro Blanco, responsable de Fomento, adquirió el verano pasado unos compromisos que a la postre se han revelado como promesas incumplidas. El PSOE y el Gobierno Zapatero están emplazados a cumplir lo que prometieron. Melilla, que no tiene más carreteras que el mar y el aire, les impone que asuman sus responsabilidades. Por eso, aunque pueda entenderse el escepticismo indolente del presidente Imbroda, la Comisión Mixta, que efectivamente está muerta al día de hoy, debe resucitar y atender a las expectativas que nos creó el citado ministro durante su última visita a nuestra ciudad.