Francisco Martínez reconoce que los “rechazos en frontera, que no devoluciones” no están recogidos en la Ley de Extranjería, lo que no significa que sean ilegales. Defiende la legalidad del proceder de la Guardia Civil.
Un día después de conocer la imputación del coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, en la investigación de las conocidas ‘devoluciones en caliente’, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, se sumó ayer a las autoridades de Interior que salieron en defensa del proceder de la Benemérita en la valla de Melilla. Martínez reconoció que el ordenamiento jurídico español no regula de manera explícita el fenómeno de los “rechazos en frontera, que no devoluciones”, matizó.
Además, argumentó que el hecho que la Ley de Extranjería no recoja esa fórmula de “rechazo en frontera” no quiere decir que este modo de proceder por parte de los efectivos de la Benemérita en Melilla sea ilegal. En este sentido, defendió a la Guardia Civil melillense y aseguró que su labor de afrontar la alta presión migratoria en el perímetro fronterizo se ajusta “absolutamente a la legalidad”.
El número dos del Ministerio del Interior mostró, no obstante, su respeto a la investigación judicial abierta por el Juzgado de Instrucción número 2, que imputa al coronel Martín Villaseñor un delito de prevaricación y le llama a declarar el próximo 3 de octubre. Recordó que el trabajo de la Guardia Civil es defender y aplicar la ley en la frontera, es decir, evitar la entrada irregular de personas en España y hacerlo “con la mayor delicadeza y primando la integridad física y la vida de quienes lo intentan”.
Martínez explicó que los “rechazos en frontera” en Melilla no se hacen de la misma manera que en otro lugar. “Lo que hace la Guardia Civil es hacer prevalecer la integridad y esperar a que bajen de esa valla y no corran peligro sin hacer uso de la fuerza”, señaló en referencia al comportamiento de los inmigrantes en los últimos meses, quienes, tras conseguir escalar el vallado, se quedan varias horas encaramados a la verja.
Una práctica de “hace años”
“En muchos casos hay que esperar a que estén a salvo para llevar a cabo el rechazo en frontera, que no devolución”, insistió el secretario de Estado de Seguridad. En este sentido, apostilló que esta forma de actuar se lleva haciendo “muchos años” y sostuvo que esta práctica supone “una aplicación escrupulosa y estricta de la legalidad”.
Esta práctica o protocolo de actuación de los guardias civiles en la frontera de Melilla, apuntó Martínez, no es ilegal. Aunque la fórmula del “rechazo en frontera” no venga recogida como tal en la legislación no quiere decir que sea ilegal, afirmó. “¿La Ley de Extranjería podría ser más exhaustiva en su regulación sobre Melilla y Ceuta? Tal vez sí”, se preguntó y respondió al mismo tiempo Martínez, quien dijo que es algo que tendrá que decidir el Gobierno.
En cualquier caso, el número dos del Ministerio quiso aclarar que la Ley de Extranjería se aplica una vez que se pisa territorio español. El protocolo de actuación de la Benemérita en Melilla responde, según sostuvo Martínez, a un “rechazo en frontera”, lo que significa que no se aplica el régimen de extranjería, pues “se evita la entrada de inmigrantes teniendo en cuenta la protección de la vida y la integridad de esas personas”.