La Comunidad Valenciana, situada en la costa este de España, ofrece un viaje lleno de contrastes: desde playas mediterráneas hasta sierras interiores, pasando por pueblos con encanto, ciudades vibrantes y una gastronomía reconocida internacionalmente. Esta ruta de varios días propone un recorrido por las tres provincias —Castellón, Valencia y Alicante— en un itinerario que aúna cultura, naturaleza y tradición.
Día 1: Castellón y el interior montañoso
Comenzamos en Castellón de la Plana, capital de la provincia homónima. Puedes iniciar el día visitando el centro histórico, con paradas en la concatedral de Santa María, el Fadrí (un campanario exento del siglo XVII) y la plaza Mayor. Después, dirígete hacia el Desierto de las Palmas, un parque natural ideal para senderismo, con vistas espectaculares al mar Mediterráneo.
A unos 25 km, el municipio de Morella es una joya del interior. Esta villa amurallada, declarada conjunto histórico-artístico, está coronada por un castillo medieval que ofrece vistas impresionantes. Sus calles empedradas, la iglesia arciprestal de Santa María y la gastronomía local (especialmente las carnes y trufas) hacen que la visita merezca la pena.
Día 2: Valencia capital y su huerta
El segundo día está dedicado a la ciudad de Valencia, una mezcla perfecta entre modernidad y tradición. Se recomienda comenzar por la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo arquitectónico futurista que incluye un museo interactivo, un acuario (el Oceanogràfic, el más grande de Europa) y un planetario.
Después, adéntrate en el casco antiguo: la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la catedral con el Miguelete, y el Mercado Central, uno de los más antiguos en funcionamiento en Europa. La plaza del Ayuntamiento y el barrio del Carmen completan un recorrido lleno de historia.
No se puede dejar de lado el entorno natural. Muy cerca se encuentra el Parque Natural de la Albufera, un humedal costero donde se puede hacer un paseo en barca y degustar una auténtica paella valenciana en uno de los restaurantes de El Palmar, localidad tradicionalmente vinculada a este plato.
Día 3: Hacia el sur, a Alicante por la costa
Desde Valencia, toma la carretera AP-7 hacia el sur para adentrarte en la provincia de Alicante, haciendo una parada en Dénia o Jávea, dos municipios costeros con encanto, calas de aguas turquesas y gastronomía marinera. Dénia, en particular, está reconocida por la UNESCO como Ciudad Creativa de la Gastronomía.
Ya en Alicante, la ciudad ofrece atractivos como el castillo de Santa Bárbara, situado en lo alto del monte Benacantil, desde donde se domina toda la bahía. El casco antiguo, con sus calles blancas y estrechas del barrio de Santa Cruz, contrasta con la moderna Explanada de España, un paseo marítimo arbolado con mosaicos de colores. Las playas del Postiguet y San Juan son perfectas para una pausa al sol.
Día 4: Interior alicantino y pueblos con encanto
El último día de ruta se puede dedicar al interior montañoso de la provincia de Alicante. Una visita a Guadalest, uno de los pueblos más bonitos de España, es imprescindible. El castillo, los museos curiosos (como el de miniaturas) y las vistas al embalse azul turquesa convierten a Guadalest en una parada inolvidable.
Cerca de allí se encuentra el Parque Natural de la Sierra de Mariola, perfecto para hacer senderismo o simplemente disfrutar de la tranquilidad del entorno rural. También puedes pasar por Alcoy, ciudad con un importante legado industrial y modernista, y famosa por sus festividades de Moros y Cristianos.
Consejos para la ruta
La mejor época para hacer esta ruta es primavera u otoño, cuando el clima es más suave y hay menos aglomeraciones. Cabe destacar que la red de carreteras está bien desarrollada, y es recomendable alquilar un coche para poder acceder cómodamente a los pueblos del interior y, por último, no olvides probar productos locales como el arroz al horno, la fideuà, los turrones de Jijona, la horchata de chufa o los vinos de Utiel-Requena.