El Supremo confirma una sentencia por tenencia de armas y a un inspector por no perseguir el delito.
Una investigación de la Guardia Civil en Melilla sobre una red de narcotraficantes ayudó a desarticular una rama de la organización en Málaga en diciembre de 2007. Las seis personas que fueron procesadas, entre ellas un ex guardia civil y un inspector de la Policía Nacional, fueron condenadas por la Sección 8º de la Audiencia Provincial de Málaga. El Supremo ha ratificado ahora la sentencia que condena a tres de los procesados a un año y medio de prisión por tenencia ilícita de armas y al inspector de Policía a un año de inhabilitación por omisión del deber de perseguir el delito.
En el relato de los hechos probados, el Supremo, que ha desestimado el recurso de casación interpuesto por tres de los condenados, la Guardia Civil de Melilla estableció la hipótesis de que en Málaga se iba a producir un encuentro entre los vendedores de la droga y sus compradores en diciembre de 2007.
En ese encuentro previo a un envío de 2,5 toneladas de estupefaciente, cuatro de los seis acusados acudieron al punto de encuentro y haciéndose pasar por agentes de la autoridad robaron el dinero de la droga, unos 418.000 euros.
Los investigadores llegaron a esta conclusión a través de las escuchas telefónicas autorizadas judicialmente, pero la Audiencia Provincial en su sentencia considera que tal encuentro no se produjo. Lo que sí quedó probado a través de las mismas escuchas es que los acusados planeaban la compra de armas de fuego de manera ilícita.
Ratificación de la condena
De hecho, a dos de los procesados se les incautaron dos pistolas, munición y 6.000 euros el día de la detención, tras realizar la compra. Los otros dos acusados y condenados por estos hechos, entre ellos el jefe de Grupo I de la Udyco (Unidad de Drogas y el Crimen Organizado) en la Costa del Sol de la Policía Nacional, tenían conocimiento de dicha compra de armas ilegal y el inspector policial no hizo nada para perseguir el delito. Además, el 13 de diciembre este policía estaba en una cafetería del puerto de Málaga con otro de los acusados, sobre el que pesaba una orden de búsqueda y captura y tampoco hizo nada al respecto.
Por ello, el Tribunal Supremo ha desestimado los recursos de apelación interpuestos por los condenados y ratifica la pena impuesta en 2013 por la Audiencia. Concretamente, condena a tres de los acusados a un año y medio de cárcel por tenencia ilícita de armas y al inspector policial a un año de inhabilitación por un delito de omisión de perseguir el delito.
El alto tribunal ratifica también la absolución de todos los procesados por el delito de robo con intimidación, al no quedar probado que los acusados perpetraran la sustracción del dinero de la droga procedente de una red de narcotraficantes que estaba siendo ya investigada desde Melilla.