Fue tu estampa, una de tus características, durante muchos años. Ejemplarizante, sobre todo por aquello que la libertad está en la cultura abierta, voluntaria y no inducida.
Crecimos juntos desde esa edad que va acortando, por pequeñas que sean, la diferencia de años. El waterpolo, cuando Melilla fue referente, nos acogió con buenos momentos e inovidables recuerdos.
El tiempo pasó y tras esa amistad fraguada en nuestra generación, te convertiste en un referente, como docente, tutor y amigo, de nuestras hijas e hijos bajo el aura lasaliana de lo que permanece por la unión.
La Universidad Nacional a Distancia, pierde mucho con tu marcha, quizás el ámbito general cultural de esta ciudad. Porque entendiste la cultura como algo abierto, diverso y dispuesto siempre a escuchar y atender, que es donde se fragua una sociedad sana y real.
Muchos fueron los momentos que se cruzaron en nuestra vida, también, institucional, siempre sentí tu voluntad de construir. No dejas un vacío, Angel, Litri, no, el buen recuerdo siempre ocupa espacio y lugar. Ese libro que, siempre fue tu equipaje de mano y cotidiano, deja estela de libertad desde tu ejemplar peculiaridad.
Un abrazo y Descansa en paz.