La Policía Nacional ha desarrollado esta madrugada en Melilla una operación contra el terrorismo yihadista, en la que ha sido detenido un varón. Según han informado fuentes policiales, el detenido será puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional.
Aunque el registro de esta operación antiyihadista se ha solapado en el tiempo con los que la Policía lleva practicando desde ayer en el marco de la operación Santiago-Rusadir por delitos relacionados con la corrupción, se trata de “asuntos totalmente independientes que han coincidido en el tiempo por casualidad”, han precisado las mismas fuentes.
La última operación contra el terrorismo yihadista en Melilla había tenido lugar el 19 de diciembre del año pasado, junto con la Policía marroquí, en la que fueron detenidas nueve personas en Melilla y otra en Nador.
La última gran operación contra el yihadismo en la ciudad tuvo lugar el pasado mes de diciembre cuando agentes de la Policía Nacional detuvieron a nueve personas por los presuntos delitos de pertenencia a grupo terrorista, enaltecimiento, adoctrinamiento y autocapacitación terrorista.
Asimismo, en el marco de este operativo, la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) del Reino de Marruecos efectuó simultáneamente en su país una detención más. Los detenidos formaban un grupo violento en el que ejercían labores de captación y adoctrinamiento a terceros, principalmente a jóvenes de su entorno, con los que se reunían y compartían material radical y violento.
Aquella investigación, realizada por la Comisaría General de Información, contó con la colaboración de las Brigadas Provinciales de Información de Melilla, Málaga y Granada, y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), siendo dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número Cinco y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
La citada investigación comenzó a finales de 2020 cuando los agentes detectaron la presencia de personas radicalizadas y afines a los postulados de DAESH ubicadas en la Ciudad Autónoma de Melilla. Tras la oportuna investigación se constató la existencia de un entramado de personas que, de forma organizada, se dedicaba a crear, editar y compartir contenidos audiovisuales de carácter radical y violento en las redes sociales. En este material se justificaba e incitaba a la realización de la yihad violenta, manifestando incluso su deseo de desplazarse a zona de conflicto para tomar las armas.