Melilla vuelve a sufrir las consecuencias de su secular problema hídrico. Un corte de suministro eléctrico de apenas milisegundos producido ayer por Endesa a las 11:15 horas ha dejado fuera de servicio la planta desalinizadora de la ciudad autónoma, que aporta el 50% del agua que consume diariamente la población. Como resultado, los ciudadanos deben enfrentarse de nuevo a cortes programados de agua que se extienden desde las 14:00 horas hasta la mañana siguiente.
El consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, compareció este jueves para explicar una situación que, según sus palabras, “no es un problema de competencias de la ciudad” sino consecuencia directa de la avería eléctrica. “Quiero que quede muy claro que esto no es un problema como otras veces o como muchas veces de competencias de la ciudad, sino que en este caso la rotura, el problema que estamos teniendo es que la IDAM [Instalación Desalinizadora de Agua de Mar] no se puede rearmar”, declaró Ventura.
Un problema técnico complejo
El director general Luis Mayor detalló que, aunque el corte eléctrico fue “muy breve, de milisegundos”, provocó que saltaran las protecciones de seguridad de toda la instalación. “Es un hueco de tensión puntual que se produce, pero eso provoca que salten las protecciones que para eso están, para que no sea una rotura de ningún elemento vulnerable o importante de las instalaciones”, explicó.
Mientras que los pozos de agua pudieron ser reactivados durante la tarde del miércoles sin incidencias, la desalinizadora presenta mayores complicaciones técnicas. “Se está buscando el origen del problema, saltan las protecciones cuando se trata de poner de nuevo en marcha y es una instalación compleja que hay que ir revisando protección por protección y elemento por elemento cuál es la posible causa”, añadió Mayor.
Los técnicos trabajan contrarreloj para identificar el elemento dañado. Según Mayor, “ayer parecía que había un elemento sospechoso claro, pero hoy, esta mañana, se ha descartado y se sigue en la búsqueda”.
El golpe de arete
La avería ha tenido consecuencias que van más allá de la paralización de la desalinizadora. La parada brusca del sistema provocó lo que técnicamente se conoce como “golpe de ariete” en la impulsión del pozo de Mariguali, un fenómeno que genera sobrepresiones de casi el doble de la presión normal de servicio. “Como algunos tramos de esa instalación son antiguos, están precisamente en reposición, pues se produjo una rotura importante que también la hemos tenido que reparar”, explicó el director general.
Esta rotura adicional supuso la pérdida de 350 metros cúbicos de agua, “una pérdida muy importante” para una ciudad que históricamente ha luchado contra la escasez hídrica.
Con la desalinizadora fuera de servicio, Melilla debe funcionar únicamente con el agua de los pozos, lo que representa aproximadamente la mitad de la capacidad de suministro habitual.
Por este motivo, el suministro se mantiene por las mañanas pero se corta a las 14:00 horas. “Se corta a las dos de la tarde porque la ciudad no tiene más capacidad para dar más agua hasta que la desalinizadora empieza a funcionar”, explicó Ventura, quien se comprometió a informar “en cuanto tengamos noticias” sobre el restablecimiento del servicio.
Endesa
Por su parte, Endesa ha recordado que la central diésel que opera en la ciudad no ha sufrido ninguna incidencia desde el mes de junio de 2024 y que la actividad de la instalación es "completamente normal"; sin relación, ni directa ni indirectamente, con el suceso que se produjo en la planta desaladora en el día de ayer.
"La parada completa que sufrió la desaladora no tiene origen en la actividad de la planta de generación".
Problema histórico que persiste
Esta nueva crisis hídrica recuerda a los melillenses que, pese a las inversiones realizadas en las últimas décadas, el suministro de agua sigue siendo el talón de Aquiles de la ciudad autónoma. Durante más de veinte años, Melilla ha experimentado cortes recurrentes, restricciones estacionales y problemas de presión que han marcado la vida cotidiana de sus habitantes.
La dependencia de la desalinizadora, que se ha convertido en la principal fuente de abastecimiento, pone de manifiesto la vulnerabilidad del sistema ante averías técnicas como la actual. El Gobierno local estudia “las consecuencias de esta parada” y analiza “las responsabilidades que pueda tener Endesa” por el corte eléctrico que desencadenó la crisis.
Mientras tanto, la realidad es que, dos décadas después de los primeros grandes problemas de suministro, Melilla sigue rehén de una geografía compleja y unas infraestructuras que, pese a las mejoras, demuestran su fragilidad ante imprevistos. Los ciudadanos deben adaptarse una vez más a las restricciones y la ciudad necesita soluciones definitivas, no parches temporales. Hasta entonces, sus habitantes seguirán viviendo al compás de los cortes, los pozos y las averías.
La situación de Melilla es muy compleja. Muchas competencias no dependen de la Ciudad Autónoma. Y son vitales para el sostenimiento y prosperidad de la ciudad. Melilla tiene dos opciones; o se une la Ciudad y lucha con todo para sacarla adelante, o nos tomamos algo fresquito y que sea lo que Dios quiera. Se habla de la España vaciada, de la del interior penínsular. Pero Melilla, a este ritmo se convertirá en parte de esa España o peor aún, en parte de quien la reclama constantemente y está dispuesto a todo por conseguirla, Marruecos.
No son cortes horarios, llevamos 2 DIAS sin gota de agua, o sea, mas de 48 HORAS.
Las fuentes públicas estan tambien sin agua.
¿A que esperan para poner Cubas de agua y asegurar el sumistro a la población? ¿No se les había ocurrido a ustedes como expertos o profesionales?
Hemos llegado a un punto insostenible. Los ciudadanos ya no podemos seguir tolerando la dejadez con la que se gestionan servicios tan esenciales como el suministro de agua, la recogida de basura y la sanidad pública.
Los cortes de agua se repiten cada vez con más frecuencia y, como siempre, afectan a los mismos barrios, a las mismas familias. Mientras tanto, los contenedores de basura se desbordan, las calles se llenan de suciedad y los responsables miran para otro lado. ¿Y qué decir de la sanidad? Citas médicas que tardan meses, urgencias colapsadas, centros de salud sin personal suficiente… y todo esto mientras seguimos pagando como si el servicio fuera ejemplar.
Es hora de dejar de quejarnos en silencio. Hay que organizarse, exigir responsabilidades, acudir a las asociaciones de consumidores, al Defensor del Pueblo, y utilizar todos los canales disponibles —incluida la prensa— para que estas situaciones dejen de ser invisibles.
Esto no es solo una acumulación de fallos puntuales: es una falta de respeto sistemática a la ciudadanía. Es increíble que quienes tienen en sus manos estas competencias puedan seguir actuando como si nada. No se puede vivir con dignidad sin agua, sin limpieza y sin una sanidad que funcione.
Creo que ha llegado el momento en el que los ciudadanos deberíamos ponernos en la misma senda y exigir una solución ya , no puede ser que siempre haya cortes(que afectan a los mismos) y estemos pagando por un servicio tan malo, hay que ponerse manos a la obra y emprender medidas legales, acudir a las asociaciones de consumidores , defensor del pueblo , prensa nacional o lo que sea para solucionar esta vergüenza , es increíble como pueden dormir con la conciencia tranquila.
EL UNO POR EL OTRO LA ESCOBA APARCADA Y LA CASA SIN BARRER. ..
no me parece profesional ni democratico eliminar mensajes que no gustan. Vaya periodico
QUÉ VERGÜENZA Y QUÉ ASCO DE POLÍTICOS,SIEMPRE LO MISMO.RODEADOS DE AGUA DE MAR,DE COSTA TENEMOS QUE PASAR POR ESTOS SINVERGÜENZAS, Y QUE CONSTE QUE NO VOY CON NINGÚN PARTIDO POLÍTICO,PERO QUE NO SE OLVIDE QUE EL PP LLEVA 20 AÑOS EN EL AYUNTAMIENTO
Hay censura en este medio. No publican todos los comentarios.
Llevamos así toda la vida. Cortes de suministros, pérdidas en la red, obras de mejora que no se notan, ahora que si falta la luz......que será lo próximo........¿que el agua sabe a bacardi y no puede distribuirse?.
La realidad es que tenemos unos servicios públicos, gobierne quien gobierne o los dos al mismo tiempo, propios de Burundi. Eso sí, los sueldos de los responsables (políticos y funcionarios) son propios de Finlandia.
Exijo que hagan su trabajo. Encima habrá que pagar el agua por este pésimo servicio. ¿Y las indemnizaciones? Habría que plantearse demandar por funcionamiento ANORMAL de la administración.
P.D. Los cortes no son a intervalos horarios, yo llevo sin agua mas de 24 horas seguidas
Ya estamos cansados los melillenses de cortes de agua todos los días y a parte de la suciedad que hay en nuestra ciudad ya que los barrenderos ( lo he visto) se dedican a reunirse en vez de limpiar nuestra ciudad, y ya ni hablar de la inseguridad que hay