Ayer terminaron los Juegos Olímpicos de París 2024. Han sido algo más de dos semanas en las que se ha recuperado la normalidad, después de que los últimos, disputados en Tokio, hubieran de retrasarse a 2021 debido a la aparición de la pandemia de covid.
Durante este tiempo, los amantes del deporte han podido disfrutar del mayor espectáculo del mundo a nivel deportivo y de uno de los mayores a escala planetaria contando todos los ámbitos de la sociedad.
En cuanto a España, de las entre 30 y 31 medallas que los expertos pronosticaban, nos hemos quedado en 18, lo que supone una decepción, ya que el objetivo claro era superar las 22 medallas de Barcelona 92.
La delegación española se va de París con cinco medallas de oro, cuatro de plata y nueve de bronce, con lo que, eso sí, se han superado las 17 de Río de Janeiro y Tokio. Las doradas han sido para Diego Botín y Florian Trittel en vela, María Pérez y Álvaro Martín en el maratón de marcha por relevos mixtos, el equipo masculino de fútbol -32 años después de Barcelona 92-, Jordan Díaz en triple salto y el equipo femenino de waterpolo.
También ha habido, cómo no, algunas decepciones, entre las que destaca la de Carolina Marín, quien, lesionada, ha sembrado dudas sobre su futuro en el mundo del bádminton y ha dicho que no sabe si volverá a jugar. Con esa medalla y algunas otras se podrían haber superado las 22, que era la meta.
Ahora toca ponerse a trabajar ya con vistas a los próximos Juegos Olímpicos, que se disputarán en Los Ángeles durante la segunda quincena del mes de julio de 2028. Las administraciones públicas deben llevar a cabo algo similar al Plan ADO, que se constituyó el 23 de diciembre de 1987 con el objetivo de brindar a los deportistas españoles de élite los medios y recursos necesarios para lograr un buen resultado con vistas a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Probablemente se hizo porque se disputaban en Barcelona, pero es necesario llevarlo a cabo igualmente, sin importar que se jueguen en otro lugar.
Más allá de superar las 22 medallas de Barcelona, España debe poner altas sus miras para conseguir quedar entre los diez primeros del medallero (este año ha sido decimoquinta). Entre ellos hay cinco países europeos –Francia, Holanda, Gran Bretaña, Italia y Alemania-, algunos de ellos muy similares a España en lo que se refiere a tamaño y número de habitantes, por lo que no es descabellado pensar que se pueda llegar ahí. España también debe aspirar a eso.
Y en cuanto a Melilla, por qué no soñar con que la ciudad autónoma aporte algún deportista a los próximos Juegos Olímpicos o a sucesivas ediciones, más pronto que tarde, lo que supondría un excelente escaparate para promocionar la ciudad. También el Gobierno local debería poner su granito de arena y, en la medida de lo posible, crear algún tipo de programa para fomentar la excelencia deportiva y ayudar de alguna forma a los deportistas melillenses con más posibilidades.