La Consejería de Salud Pública ha manifestado este lunes que la mascarilla no será necesaria para acceder a las instalaciones de la Ciudad Autónoma, siempre que no se trate de personas vulnerables, para las que sí está recomendada su uso. Será a partir del próximo miércoles, cuando entre en vigor el decreto del Gobierno sobre el fin de las mascarillas en interiores. En cuanto a los empleados públicos, la idea es que no tengan que utilizarla entre tanto puedan mantener la distancia de seguridad en el puesto de trabajo.
No obstante, se está a la espera de conocer el contenido exacto del decreto, una medida que será acordada por el Consejo de Ministro este martes. El acuerdo en totalidad será publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Todo hace indicar que, efectivamente, el Gobierno decretará el final de la obligación de usar mascarillas en los interiores con entrada en vigor el próximo miércoles. Habrá algunas excepciones, como todos los medios de transportes (incluidos los taxis), centros sanitarios y centros de mayores. En estos últimos tendrán que utilizarla tanto los internos como los trabajadores a cargo.
También se recomendará que la sigan usando las personas mayores de 65 años o que tengan patologías respiratorias, así como quienes tengan que permanecer en espacios cerrados que no guarden la distancia de seguridad. En el caso de las empresas privadas, será cada una de ellas las que tome una decisión al respecto.
La decisión de acabar con la utilización obligatoria de mascarillas en interiores fue dada a conocer por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en el Consejo Interterritorial que el Ministerio celebró en Toledo con las comunidades autónomas el pasado día 6 y al que asistió la representante melillense, la consejera Paqui Maeso. Desde varios días atrás ya se venía especulando con que una resolución así estaría sobre la mesa en un breve espacio de tiempo.
La nueva postura ministerial se basa en el informe realizado por los expertos de la Ponencia de Alertas que, además, aconsejan el uso responsable de la mascarilla en interiores para la población vulnerable y otros ámbitos como espacios cerrados de uso público.
Espero que con el fin del uso de la mascarilla también se ponga fin al abuso de los organismos públicos con la atención al ciudadano de forma presencial
.Se ha explotado mucho el covid en estos organismos hasta convertirse en la mejor forma para trabajar menos , a través de citas por medio telefónico que nunca cogen las llamadas y donde antes se atendían a 10 ciudadanos ahora no se atienden ni 5 . Y a trabajar menos se acostumbra uno rápido , espero que esto no suponga ningún postraumático volver al trabajo de siempre..