El precio medio del alquiler en Melilla ha alcanzado los 753 euros mensuales en el primer trimestre de 2025, lo que supone un incremento del 3,2% respecto al mismo periodo de 2024 y del 1,1% en comparación con el último trimestre del año pasado. Con esta cifra, la ciudad autónoma acumula cuatro trimestres consecutivos de subidas, lo que confirma la tendencia al alza que viene marcando el mercado de arrendamiento local desde principios del año pasado.
Así lo señala el último barómetro del alquiler, elaborado por la Fundación Alquiler Seguro en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, que analiza de manera periódica la evolución del sector en todo el territorio nacional. En el caso de Melilla, los resultados muestran una situación de tensión sostenida, donde la oferta de viviendas se reduce y la demanda se mantiene o incluso aumenta, provocando un encarecimiento de los precios y una mayor dificultad para acceder a una vivienda.
Menos viviendas disponibles
Uno de los datos más llamativos del informe es la previsión de caída en la oferta de inmuebles disponibles para alquilar en la ciudad. Según el estudio, durante el año 2025 la oferta se reducirá un 12,2%, lo que equivale a 93 viviendas menos disponibles en el mercado melillense. Esta reducción en la disponibilidad de pisos tensiona aún más un mercado ya de por sí limitado, incrementando la presión sobre los precios y dificultando las condiciones para quienes buscan alquilar.
A ello se suma un ligero repunte en la demanda. El número de personas interesadas en alquilar una vivienda en un plazo de diez días ha aumentado de 10 a 12 interesados, en comparación con el trimestre anterior. Aunque los expertos del Observatorio definen esta presión como “moderada”, el contexto indica una creciente competencia entre los potenciales inquilinos, lo que se traduce en un acceso más difícil a las viviendas que permanecen en el mercado.
Mercado menos tensionado
Pese a la situación, Melilla aún mantiene niveles de presión y precios por debajo de otras regiones del país, según se destaca en el barómetro de referencia. A nivel nacional, el precio medio del alquiler se sitúa en 1.146 euros, con un incremento interanual del 7,2% y del 2,5% respecto al último trimestre de 2024. Además, once provincias españolas ya superan la barrera de los 1.000 euros de media, lo que refleja una crisis de acceso a la vivienda en muchas zonas del país.
La oferta también cae en el conjunto del Estado, aunque con menor intensidad que en Melilla. En total, se espera una reducción del 4,9% en el número de viviendas disponibles a lo largo de este año. El caso más extremo se da en Barcelona, donde se estima que se perderán cerca de 12.000 inmuebles en el mercado del alquiler.
La noticia sobre el imparable incremento de los precios del alquiler en esta ciudad llega en un momento en que el debate sobre el acceso a la vivienda se mantiene vigente en Melilla. Como ya adelantó El Faro en su reportaje “Arrendamiento en Melilla: una subida histórica y medidas públicas en marcha”, el encarecimiento del alquiler no es nuevo, y ha venido acompañado de propuestas institucionales para contener los precios y ampliar la oferta, como los incentivos al alquiler social o la movilización de vivienda vacía. Sin embargo, los datos actuales muestran que esos esfuerzos, de momento, no han logrado frenar la escalada.
La situación del alquiler en Melilla plantea retos importantes para las administraciones públicas y la ciudadanía, especialmente para los colectivos más vulnerables, jóvenes y familias con rentas medias o bajas. La combinación de una oferta menguante y una demanda sostenida anticipa que las dificultades para alquilar podrían agravarse en los próximos meses si no se adoptan medidas eficaces y urgentes.