Este lunes, las calles del centro de Melilla han vivido una manifestación convocada por el AMPA del CEIP Real Infantil en el que se ha pedido de forma insistente la reubicación de los alumnos de este centro escolar debido a los peligros existentes debido al amianto y los riesgos por posible derrumbamiento de los falsos techos en época de temporal y una mala meteorología.
La marcha dio comienzo a las puertas de la Consejería de Educación, donde desplegaron una pancarta, leyeron el manifiesto y pusieron rumbo a las puertas de la Dirección Provincial de Educación a gritos de “Reubicación” y “No son objetos, son nuestros hijos”. Jesica Gómez, presidenta de la AMPA, atendió a los medios de comunicación una vez finalizado un trayecto que pasó por el parque Hernández.
“Queridas familias, estimados docentes y vecinos de Melilla, nos reunimos hoy con un propósito firme y compartido: exigir la reubicación inmediata de nuestros niños y niñas del CEIP Real Infantil. La situación actual de este centro educativo es insostenible y representa un riesgo inaceptable para la salud y seguridad de nuestros pequeños. Desde hace meses hemos sido testigos de incidentes alarmantes, como la caída de falsos techos y la presencia confirmada de amianto en las instalaciones”, empezó leyendo.
“Estos hechos no solo vulneran el derecho a una educación segura, sino que también ponen en peligro la integridad física de nuestros hijos e hijas. Es inconcebible que, a pesar de las evidencias y denuncias presentadas, las autoridades competentes continúen sin tomar medidas efectivas para solucionar esta grave problemática. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos, el AMPA del CEIP Real infantil, ha alzado su voz en múltiples ocasiones, solicitando la reubicación a instalaciones adecuadas mientras se llevan a cabo las reparaciones necesarias en el centro”, destacó.
A continuación, denunció el malestar de los padres y madres al saber que sus hijos no están en un lugar seguro: “Nuestras peticiones han sido ignoradas y la inacción de la Administración solo ha incrementado nuestra preocupación y descontento. Pedimos que los responsables limen las perezas y se unan para encontrar una solución a esta situación que no puede seguir así. No pueden pedirnos que sigamos día a día llevando a nuestros hijos al centro educativo sin saber qué puede pasar”.
“Es fundamental recordar que el amianto es un material altamente peligroso cuya exposición puede tener consecuencias devastadoras para la salud. Por ello, exigimos la reubicación inmediata de todo el alumnado y personal del CEIP Real Infantil a instalaciones que garanticen su seguridad y bienestar, la realización exhaustiva y transparente del estado actual del centro, con la participación de expertos independientes y representantes de la comunidad educativa, la ejecución de las obras necesarias para la eliminación del amianto y la reparación integral de las infraestructuras del CEIP Real Infantil, asegurando que cumplan con todas las normativas de seguridad vigentes. No abandonaremos nuestro empeño hasta que se garantice un entorno seguro y saludable para nuestros hijos e hijas”, comentó.
Por último, exigió que todas las organizaciones y vecinos de la Comunidad Autónoma apoyen esta causa y les brinden apoyo para obtener el objetivo planteado: “Hacemos un llamado a toda la comunidad educativa, a las autoridades y a la sociedad en general para que se unan a nuestra causa y juntos logremos el objetivo común de proteger lo más valioso que tenemos, nuestros niños y niñas, por una educación segura y de calidad en Melilla”.