El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, asistieron este miércoles al inicio de las obras que unirán los dos paseos marítimos. La obra incorpora ampliar aceras, elevar pasos de peatones, crear zonas de juego infantil y fitness, así como una fuente que recordará donde estaba el Fuerte de Santiago.
Imbroda dijo que la Ciudad lleva mucho tiempo intentando llevar a cabo este proyecto. Sin embargo, se necesitaba el permiso del Ministerio de Defensa para poder actuar en el muro del Foso de los Carneros y, por ello, se ha retrasado más de un año esta actuación. Recordó que se trata de uno de los planes que se van a ejecutar con los fondos de inversión financiera sostenible y, por lo tanto, que debe de estar acabado el 31 de diciembre de este año, siendo su plazo de ejecución de diez meses.
Imbroda subrayó que el paseo marítimo comenzará en el Dique Sur y será continuo hasta la punta de Horcas Coloradas.
El presidente de la Ciudad argumentó que dentro del casco urbano estos dos paseos marítimos se unirán a través de indicadores, pasos de peatones elevados, por ejemplo, en la calle Calderón de la Barca, para caminar con tranquilidad hasta llegar a la plaza de las Culturas y enganchar con la cuesta de la Alcazaba.
1,2 millones de euros
La obra tenía un coste de 1,5 millones de euros aproximadamente y se ha adjudicado por 1,2 millones de euros, contando con 80% de financiación de Fondos Feder. Imbroda aseguró que se trata de una gran obra porque afecta a más de 7.000 metros cuadrados, aunque también es importante por la cuantía económica y por la actuación, ya que, por ejemplo, se destinarán 800 metros cúbicos de piedra natural para remodelar el muro del Foso de los Carneros.
“Esto va a cambiar completamente porque se va a duplicar el espacio de las aceras y se creará una especie de pista deportiva. Pero no vayamos a pensar que esto simplemente es ampliar aceras, pues hay que sumar que se pondrán 313 árboles y otras tantas plantas, más de 1.080 metros cuadrados de césped, iluminación nueva, bancos, papeleras, pérgolas, juegos infantiles y, por lo tanto, va a cambiar como de la noche al día”, dijo Imbroda.
Asimismo, el presidente del Ejecutivo local destacó que este proyecto tiene un guiño al agua al instalar una fuente con cascadas en donde estaba situado el Fuerte de Santiago.
Siete kilómetros
“Los melillenses van a poder disfrutar de un paseo marítimo que poco habrá por ahí. Será cómodo, agradable y bonito seguro, resaltó Imbroda.
Apuntó que serán unos siete kilómetros desde el Dique Sur hasta Horcas Coloradas. “El valiente que quiera hacer y deshacer en paseo habrá hecho catorce kilómetros con un paraje muy agradable mirando el mar y mirando el pueblo”, aseguró.
Mejorar el patrimonio
El consejero de Medio Ambiente explicó que es una obra muy transversal y que no sólo tiene un aspecto de mejora de la movilidad, puesto que se amplía el tamaño de las aceras en “el corredor peatonal mas importante de la ciudad y el más utilizado tanto para pasear como para correr”. Aseveró que este pasado verano era imposible pasar por la acera de la cuesta de la Alcazaba debido a que es pequeña y había muchos corredores y algunos tenían que salir a la carretera para continuar su itinerario. Éste es uno de los motivos por los que había que ampliar la acera, así como para mejorar la accesibilidad.
Pero al margen de esta cuestión, Quevedo apuntó que también es una obra de rehabilitación del patrimonio histórico artístico, porque se hace una intervención en rehabilitar el muro del Foso de los Carneros que está en muy mal estado. Asimismo, la parte superior que queda por la zona dónde se pasea será rehabilitado con piedra natural.
Fuente con cascada
Por otro lado Quevedo explico que hay espacios, como la zona de descanso que hay en la cuesta de la Alcazaba, y que queda frente a Melilla La Vieja, que se verá ampliada. Ahí se instalará una fuente con cascada que recordará las trazas de los muros del antiguo Fuerte de Santiago. También habrá espacio para instalar elementos de fitness, ya que es habitual que esta área sea utilizada para correr y hacer ejercicio.
Asimismo, remodelando todos los jardines se conseguirá “un impulso turístico porque es una zona muy demandada por los que nos visitan la ciudad”. Quevedo argumentó que los turistas tendrán una zona de paseo junto al muro para ver mejor los recintos amurallados de Melilla La Vieja.
“Este proyecto nos permitirá transformar esta última zona del litoral melillense que estaba, de alguna forma, un poco menos en condiciones”, explico Quevedo, que añadió que se van a rehabilitar las dos aceras de la cuesta de la Alcazaba y que se contará con contenedores soterrados.
Quevedo pide paciencia por las obras del terciario
El consejero de Medio Ambiente resaltó que las obras que se están ejecutando en la avenida de la Marina Española son para meter las tuberías del agua terciaria que permitirá llevar el agua depurada hasta los parques Hernández y Lobera. También servirá para regar los nuevos jardines de la carretera de la Alcazaba. La última fase que se realizó del proyecto llegó de la Plaza de España hasta la avenida Juan Carlos I y se paralizó para no interferir en el centro durante la época navideña. No obstante, ahora se actuará desde la calle de la Policía Nacional hasta la Biblioteca Pública y con eso ya se cerrará todo el plan. Con todas estas actuaciones la ciudad podrá enviar agua depurada desde el dique sur hasta el punto más al norte que es el parque Lobera. De esta forma Quevedo pedido un poco más de paciencia a los ciudadanos porque habrá aperturas obligatorias de carretera para llevar a cabo este tipo de actuaciones que son muy importantes desde el punto de vista medioambiental.