A pesar de que en 2021 las solicitudes de asilo disminuyeron en España hasta llegar a 65.404, se duplicaron en Melilla, al ir de 1.421 en 2020 a las 3.277 del año pasado, según se desprende del último informe 'Las personas refugiadas en España y Europa' de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
De acuerdo con el reciente análisis, el importante incremento de estas solicitudes experimentado en la ciudad autónoma, uno de los principales puntos de llegada de la frontera sur de España junto a Ceuta y Canarias, se debe sobre todo a las formalizaciones efectuadas por parte de personas de nacionalidad marroquí que llevaban años residiendo en Melilla.
Además, el cierre de la frontera con Marruecos desde marzo de 2020 hizo que otras personas que tenían autorización como trabajadores transfronterizos, se quedaran del lado español de la frontera, sin posibilidad de volver al país norteafricano. No por gusto, todas las solicitudes se realizaron por el procedimiento de territorio, por encontrarse sin funcionar el puesto fronterizo.
Por comunidades autónomas, las cinco donde más solicitudes se han formalizado fueron Comunidad de Madrid (18.295), Cataluña (8.519), Andalucía (6.902), Canarias (5.495) y Comunidad Valenciana (4.259).
Con respecto a la situación de los niños y niñas migrantes en Melilla, el estudio de CEAR señala que durante 2021, solicitantes de asilo menores de edad con nacionalidades de Mali, Guinea y Marruecos residieron en los centros de menores "La Purísima" y "Gota de Leche".
Asimismo, resalta que, como consecuencia de la práctica del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de no admitir a personas de nacionalidad marroquí sin su solicitud de asilo admitida a trámite, se dieron casos de menores marroquíes que habían formalizado su solicitud de asilo menos de un mes antes de cumplir la mayoría de edad y quedaron en situación de calle al llegar a los 18 años.
Bajan las llegadas irregulares
No obstante, fue precisamente el cierre de los pasos fronterizos con Marruecos lo que permitió que a lo largo del 2021 disminuyeran las entradas irregulares en la ciudad autónoma, que fueron de 1.458 en 2020 a 1.131 el año pasado, o lo que es lo mismo, 327 menos.
Así, la llegada de personas migrantes a Melilla descendió un 23,27% en 2021 con respecto al año anterior, siendo 1.092 las personas que llegaron por vía terrestre y 39 personas por vía marítima. Al estar cerrada la frontera, todas las llegadas por vía terrestre se llevaron a cabo mediante saltos a la valla.
Las devoluciones sumarias
Por otro lado, en Melilla, al igual que en años anteriores, se siguieron produciendo devoluciones sumarias, como ocurrió después de que la madrugada del 15 de junio, más de 150 personas entraran a Melilla por el Dique Sur, y fueran retenidas por la Guardia Civil y finalmente devueltas a Marruecos.
Asimismo, se produjo la devolución sin procedimiento de un grupo de 125 personas que llegó al Peñón de Vélez de la Gomera el 20 de septiembre. A tenor con lo que recuerda el informe de CEAR, fueron devueltas al país alauita esa misma tarde, a pesar de que, a través de vídeos e incluso por escrito, manifestaron su voluntad de solicitar asilo, y de que varias organizaciones publicaron un comunicado exigiendo el respeto a la legislación vigente en materia de protección internacional y derechos humanos.
Lo mismo sucedió el 31 de diciembre, cuando nueve personas arribaron a la Isla del Congreso, en el archipiélago de Chafarinas, después de que se hundiera su embarcación. Aunque también expresaron su deseo de solicitar protección internacional y fueron respaldadas por diversas organizaciones, entre ellas CEAR, no pudieron frenar su devolución sin procedimiento.
Piden asilo porque dicen que son homosexuales y están perseguidos en Marruecos, pero sabemos que no es así. Son traidores que no quieren hacer el servicio militar en su país, y vienen aquí a que los mantengamos por la cara. Tome nota Sr Marlaska.
Lo digo y lo vuelvo a decir, la solución a los problemas migratorios no está en darle residencia y cobijo a sus solicitantes, sino a poner sanciones y atacar a esos gobiernos corruptos y tiranos, que hacen de sus países un infierno para subsistir. Europa debe de abrir los ojos, y para compasion que sea el Vaticano quien los acoja y alimente. Europa debe de cambiar sus leyes, ser más duro, y no aceptar a imigrantes que no hayan solicitado desde el exterior su solicitud pertinente. A quién hay que castigar y lo vuelvo a repetir mil veces, son a esos gobiernos tiranos y corruptos que hacen de sus países un infierno de convivencia. Al final seremos tantos pasajeros que el barco se hundirá catastróficas te.