La Ciudad Autónoma de Melilla ha presentado en la mañana de este martes el proyecto de demolición del antiguo Acuartelamiento de Santiago, una intervención urbanística que afecta a una superficie de 69.000 metros cuadrados y que podría comenzar la próxima semana. El plazo de ejecución previsto para la demolición es de nueve meses, según informó el consejero de Fomento y vicepresidente primero de la CAM, Miguel Marín. El contrato ha sido adjudicado a la empresa Hercal Diggers por un importe de 1,1 millones de euros, frente a un presupuesto inicial de licitación que ascendía a 1,9 millones.
Una vez finalizadas las labores de demolición, el terreno será transformado en un nuevo espacio urbano que incluirá zonas residenciales, espacios libres y equipamientos deportivos. Según ha informado Miguel Marín en rueda de prensa, se contempla la construcción de unas 600 viviendas, de las cuales algunas serán de Protección Oficial (VPO), aunque aún no se ha concretado el número exacto, ya que habrá otras casas que sí serán de venta libre. En total, 12.800 metros cuadrados del solar estarán destinados a uso residencial.
Otro de los elementos destacados dentro de este desarrollo urbanístico será la creación de un gran parque de 18.700 metros cuadrados, que se integrará en los 23.700 metros cuadrados de espacios libres planificados en el proyecto. Este parque, junto a otras tres parcelas que suman 5.000 metros cuadrados adicionales de zonas verdes, “beneficiará a los vecinos de Cabrerizas y barrios cercanos”, tal y como ha querido destacar el consejero de Fomento. Por otro lado, este proyecto también incluye la reserva de 5.500 metros cuadrados para la construcción de un polideportivo que estará cubierto. “Eso facilitará que se puedan llevar a cabo grandes eventos en nuestra ciudad en épocas de lluvia y en invierno”, ha resaltado Marín, quien ha añadido que también habrá un espacio de 4.500 m2 para equipamiento público.
Además de la demolición del recinto y la futura construcción de viviendas, zonas verdes y equipamientos, Marín ha informado que se contempla una importante actuación en materia de urbanismo, con la creación de nuevos viales y la ampliación de los ya existentes. Para Marín, esto generará una mejora viaria y dotará a la zona de una mayor fluidez en la circulación. “Se va a convertir en una zona muy transitada”, ha afirmado.
Zonas protegidas
En cuanto a asuntos relacionados con el proyecto de demolición y posterior construcción, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma ha confirmado que el proyecto respetará el valor patrimonial de diversos elementos ubicados en el recinto. Entre ellos destacan el Fortín de San Francisco, el edificio de los Polvorines y los antiguos Aljibes, todos ellos catalogados como bienes de interés cultural o histórico.
“Hay determinados espacios que se van a proteger, se van a conservar, porque forman parte del patrimonio de ese entorno”, señalaron desde la administración, asegurando que estos elementos se integrarán en el nuevo diseño urbano sin que se vea alterado su valor histórico.
Según Marín, el proyecto ya ha sido revisado y aprobado por la Comisión de Patrimonio, que ha incorporado todas las observaciones necesarias para asegurar tanto la conservación del arbolado existente como la protección del legado histórico de la zona.