La cárcel de Melilla registra un descenso histórico del número de presos. Este martes había 180 reclusos (de ellos seis mujeres) en un centro penitenciario, que en épocas anteriores ha tenido entre 350 y hasta 500 internos entre sus rejas.
Así lo ha explicado a El Faro el director de la prisión, Francisco Rebollo, blanco de las críticas de los funcionarios de la cárcel, que el año pasado se quedaron sin productividad especial porque el responsable de la prisión no la solicitó a Instituciones Penitenciarias.
En declaraciones a este diario, Rebollo ha añadido que "la productividad era solo para un grupo limitado" y decidió proponer al equipo médico. "Este año estableceremos criterios conjuntos con los sindicatos", avanzó.
También hay quejas por la imposibilidad de cambiar turnos para conciliar tras la paternidad o por el hecho de que el director sí haya cobrado el complemento de productividad especial que negó a los trabajadores.
Sobre la denegación del cambio de turnos, el director de la cárcel aclaró que eso depende de las necesidades de servicio. Asimismo recalcó que "desde la dirección del centro se atienden todas las peticiones de los funcionarios, en la medida de lo posible".
No obstante destacó que en estos momentos tienen "el nivel de población penitenciario más bajo de la historia de este centro y el índice de conflictividad es mínimo".
En opinión del director de la cárcel de Melilla, "la profesionalidad mostrada por la mayoría de funcionarios ha permitido superar con esfuerzo las distintas etapas de la pandemia".
En este sentido, hizo hincapié en que en la prisión de Melilla "aprenden de los errores y siguen trabajando para la reeducación de los internos con un clima social muy bueno".
Sin embargo, desde los sindicatos hablan de ambiente laboral enrarecido y el año pasado fueron denunciadas agresiones a funcionarios o medidas disciplinarias desproporcionadas.
Los datos de población reclusa de Melilla se corresponden con la bajada del número de infracciones penales que se han registrado en la ciudad en el último año.
Según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior correspondiente al tercer trimestre de 2021 (último disponible), Melilla registró de enero a septiembre del año pasado un descenso del 8,1% de las infracciones penales respecto al mismo período del año anterior.
Estas cifras se consiguieron con bajadas espectaculares en las denuncias de robos con violencia e intimidación (-38,5%); hurtos (-24,8%); delitos graves y menos graves de lesiones y riñas tumultuarias (-20%) o sustracciones de vehículos (-21,4%).
También se han reducido un 15,1% los robos con fuerza en domicilios. En este periodo solo se han disparado los delitos por tráfico de drogas (+59%) que se saldan a menudo con detenidos en las inmediaciones de la valla de Melilla por donde los narcos tiran paquetes de droga desde Marruecos.
Fuentes policiales asocian los bajos índices de infracciones penales y la bajada de los delitos con el cierre de la frontera.
En principio no hay fecha para la reapertura. Los sindicatos policiales defienden que con la plantilla actual no es viable retomar al tráfico fronterizo porque la pandemia exige más controles de documentos y sanitarios que de costumbre.
Frontera cerrada = Seguridad y descenso de la delincuencia y robos .
Abramos otros mercados sin incluir a Marruecos , ese país sólo aporta problemas y chantajes.