El bombazo de la toma de posesión de Juan José Imbroda en su quinta legislatura al frente del Ejecutivo local, todas seguidas salvo la interrupción de esta última, ha llegado muy pronto, casi al comienzo del acto.
Ni siquiera había comenzado el discurso oficial y solamente había agradecido su presencia a Dolors Montserrat y a Javier Arenas, destacados dirigentes del Partido Popular y –entre otras responsabilidades- ex ministros del Gobierno de España y enseguida lo ha confirmado: esta ha sido la última vez que se ha dirigido a los presentes en un acto de investidura. En otras palabras, no se presentará a la reelección dentro de cuatro años.
Antes de comenzar el discurso propiamente dicho, también ha dado las gracias al presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, por su confianza, a toda su familia por su apoyo, incluidas personas que ya no están, como sus padres y su hermano Javier, porque, como ha dicho, “Dios se lleva a los mejores”.
Ya sí, en el discurso oficial, ha parafraseado al poeta español Fray Luis de León -“como decíamos ayer”- para describir su sensación, pero “con más ilusión y más ganas que nunca”.
Imbroda ha agradecido el apoyo mayoritario de los melillenses, quienes le han dado “un mandato claro y nítido” para cambiar una situación marcada por “la desilusión, la desesperanza y la incertidumbre” por “ilusión, esperanza, certidumbre, estabilidad y progreso”.
El presidente se ha referido a la necesidad de dejar de salir en la prensa nacional por “el bochornoso espectáculo de la manipulación del voto por correo”, o “el uso torticero de la religión para captar votos”.
Es consciente, ha dicho, de la responsabilidad que asume, pero se ha mostrado dispuesto “con toda la fuerza posible" a marcar un nuevo rumbo a Melilla.
Una ciudad, ha recordado, “plural” donde el respeto es la base fundamental para seguir creciendo mediante la integración, también en el plano social, donde ha subrayado su compromiso para combatir la pobreza.
También le ha dedicado el presidente un espacio a hablar de la españolidad de Melilla después de 526 años perteneciendo a este país, lo que hace inviable cualquier “argumento solvente que justifique una apetencia anexionista por parte de Marruecos”. Ello no quiere decir, empero, que no abogue Imbroda por que se estrechen los “lazos de amistad”, siempre desde el respeto a ambas soberanías, y se ha declarado dispuesto a colaborar con el Gobierno central en esta materia.
Pese a todo, ha abogado por mirar al norte: a la península, a Europa, y más después de que Marruecos eliminara la aduana comercial en agosto de 2018 y todavía hoy siga sin reabrirse.
Gobierno nacional
A partir de ahí, dentro de sus peticiones a nivel nacional, un capítulo dedicado a la frontera donde ha adelantado que reivindicarán al futuro Gobierno que salga de las urnas el 23 de julio que promueve, incluso ante la Unión Europea, “todas las medidas necesarias” para solucionar el problema del régimen de viajeros y se reabra la aduana, humanizando el paso de viajeros pero cuidando siempre de la seguridad.
Las relaciones con Andalucía –de ahí la creación, en su Gobierno, de la figura del delegado para las relaciones con esa comunidad autónoma- ha formado parte de su parlamento, al igual que la mayor integración de Melilla en la Unión Europea (UE). En este punto, por cierto, opina que hay que luchar por conseguir un estatus similar a las regiones ultraperiféricas y por la entrada de la ciudad en la Unión Aduanera conservando su régimen fiscal.
De la misma forma, Imbroda ha pedido una mayor presencia de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Melilla y, tras expresar su apoyo y pedir más medios para el colectivo de profesionales sanitarios, ha pedido una encomienda de gestión al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) para acercar la sanidad a la ciudad.
Las comunicaciones con la península como “llave” para el futuro de la ciudad, la bonificación a todas las mercancías y la solicitud de la ampliación del horario del aeropuerto han sido sus propuestas en materia de transporte.
Imbroda ha pedido también la modernización del IPSI y la eliminación del artículo 33 del Impuesto de Sociedades por suponer “un freno” al desarrollo económico de la ciudad.
Sobre el Estatuto de Autonomía, el presidente ha sugerido que hay que modernizarlo para eliminar las “disfunciones competenciales” y adaptarlo a “las necesidades reales”.
Por último en lo tocante al Ejecutivo nacional, Imbroda ha reiterado que debe derogar el Real Decreto que elimina el 50 por ciento de la bonificación a la Seguridad Social a las cuotas patronales y ha manifestado su “compromiso” como miembro del PP con que, si su partido gana las elecciones generales, se derogará “de inmediato”.
Gobierno local
Pese a todo, hay asuntos que sí se pueden abordar desde la Ciudad Autónoma, e Imbroda no ha dejado pasar la ocasión de mencionarlos. Por ejemplo, ha indicado que, desde Proyecto Melilla SA (Promesa) establecerán líneas especiales de ayuda al emprendimiento y ha adelantado que los 13,5 millones de la Línea 8 comenzarán a pagarse a partir de la próxima semana.
Para la “simplificación administrativa” se han concentrado las competencias en la Consejería de Fomento, en tanto que promete Imbroda incrementar la velocidad en la concesión de licencias a 30 días. De la misma forma, en este plano, el nuevo Gobierno autonómico pretende crear un observatorio económico, con la integración de organizaciones empresariales y sindicales, para el debate y el análisis de la situación de la ciudad.
Imbroda se ha referido también al turismo, a la innovación tecnológica y a la universidad como tres sectores “estratégicos” que apoyarán.
Para fomentar el turismo en Melilla, el presidente ha adelantado que el próximo mes se lanzará una oferta de 30.000 billetes al 50 por ciento para todas las líneas de la península para que los visitantes puedan estar un máximo de 15 días en la ciudad antes de final de año. El presupuesto será de cinco millones de euros.
Por lo que se refiere a la innovación tecnológica, la creación de start ups y la colaboración con la Junta de Andalucía, el polo digital de Málaga y la Universidad de Granada (UGR) están dentro de sus prioridades, así como la elaboración de un informe sobre las ventajas para las empresas que se quieran implantar en Melilla.
En cuanto a la universidad, el “objetivo irrenunciable” es llegar a 5.000 estudiantes universitarios y, con el propósito de aumentar el número de titulaciones y ampliar las actuales, el Ejecutivo trabajará con la UGR. Además, Imbroda ha anunciado su propósito de construir “una gran residencia” de 3.000 metros cuadrados, con 15 millones de euros, en la Plaza de San Lorenzo. También ejecutarán “de inmediato” la obra del edificio de Correos.
Las siete hectáreas del antiguo cuartel de Santiago serán urbanizadas y en ellas habrá un complejo deportivo –seis millones-, un parque de dos hectáreas -2,5 millones- y 200 viviendas sociales -20 millones-. Se invertirán otros cinco en rehabilitación de viviendas.
No se ha querido olvidar Imbroda de la conservación del patrimonio histórico y arquitectónico. Tampoco de las personas discapacitadas, a quienes ha informado de que se promoverán nuevas ayudas y se construirá un centro en el solar de la antigua residencia militar –seis millones-, al tiempo que se aumentarán las ayudas a las organizaciones que trabajan con estos colectivos.
Hay que hacer también, ha dicho Imbroda, un esfuerzo en integración social, para lo cual se emplearán siete millones en la construcción de un centro multifuncional en la Cañada de Hidum.
El presidente ha prometido también colaboración con el Gobierno en la lucha contra el fracaso escolar y ha indicado que propondrán medidas para conseguir el arraigo en Melilla de las personas que se jubilen, para lo cual ha mencionado el copago farmacéutico y las tarifas bonificadas para el transporte.
Además, Imbroda ha prometido luchar contra el maltrato a la mujer mediante políticas de apoyo y protección y ayuda para su incorporación al mercado laboral.
Mejorar el acceso a la vivienda de los jóvenes, la potenciación de la Formación Profesional (FP) mediante convenios con el Gobierno central y el apoyo a la formación dual también forman parte de un programa de un Ejecutivo que no se olvida de la cultura. En este sentido, además de la protección del patrimonio y de la interculturalidad de Melilla –incluso a través de una mesa interconfesional entre las religiones de a ciudad-, Imbroda se ha comprometido a incentivar la actividad artística local y a respetar todas las tradiciones, incluidos los toros.
Entre sus planes para el medio ambiente y la naturaleza, figura plantar 1.200 árboles y actuar, junto con el Ministerio de Defensa, en la pista de carros.
De la misma forma, para mejorar la seguridad de los ciudadanos, el dirigente popular ha indicado que aumentarán el número de efectivos de la Policía Local y de los Bomberos.
"Una nueva Melilla"
En conclusión, lo que busca el presidente de la Ciudad es “hacer una nueva Melilla que busque su camino propio y libre de dependencias exteriores” que nunca buscarán la estabilidad política y social de la ciudad, en referencia a Marruecos. El compromiso, por otra parte, es el de trabajar por una alternativa económica y la integración social para avanzar en el futuro.
Para todo ello, Imbroda ha pedido el apoyo del Gobierno central que surja de las próximas elecciones y ha apelado a la colaboración de todos los melillenses para hacer una Melilla mejor. “Se lo debemos a nuestros hijos, a nuestros nietos y a todos los que nos precedieron, que, con su esfuerzo y a veces con sus vidas, nos dejaron esta Melilla de nuestra alma, y de mi alma”.
Por cierto, que también ha expresado su deseo de que el Rey Felipe VI pueda visitar Melilla.
Así ha concluido el discurso, celebrado en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, lleno a abarrotar –e incluso con otra sala dispuesta- y al que han asistido numerosos representantes de la política y de la sociedad melillense.
Entre estos nombres, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh; el Comandante General, Luis Sáez Rocandio; representantes del PP, PSOE –Gloria Rojas-, Vox –José Miguel Tasende- y Somos Melilla –Amin Azmani-. Además, agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y decenas de ciudadanos de a pie allí congregados para seguir al pie de la letra el discurso del presidente, quien retorna por donde solía cuatro años después.
Pues si dimitiese de su cargo y delegase en cualquiera de la formación, le haría un gran favor a Melilla a los melillenses y sobre todo a la educación y a las buenas maneras.
Ha sido vergonzoso verlo protagonizar esos empujones y ese no saber estar , años después.
Nuestro querido Javier, que en Paz descanse , el hermano, podía haberle dado clases. O podía haber aprendido de du deportividad y su "cintura".
En fin ...
No te lo crees ni tú