Muchas calles de Melilla están en obras y algunas han cambiado o cambiarán su sentido aunque no será definitivo. Son las calles Gran Capitán y López Moreno hasta Ejército Español. Fuentes de la Ciudad Autónoma aseguran a El Faro que los cambios de dirección se deben a las obras, dependientes de Medio Ambiente, aunque es la Policía Local la encargada de realizar estas modificaciones.
Los técnicos de movilidad de Medio Ambiente remitieron un informe a tráfico y a la Policía Local con la propuesta de cambio, que son en última instancia, quienes pueden realizarlos. Una vez finalicen las obras cercanas, afirman a este diario fuentes de la Ciudad, se sabrá si estas calles volverán a la normalidad o se quedarán tal cual.
Solo en el centro, dos vías han cambiado o cambiarán de sentido para los vehículos próximamente, las calles Gran Capitán, y López Moreno hasta Ejército Español. Estas alteraciones han pillado por sorpresa a muchos melillenses. El Faro ha salido a la calle para comprobar cuáles son las calles que han cambiado el sentido de su marcha y qué les parece a los melillenses.
La primera calle que ha sufrido alteraciones ha sido Gran Capitán. Si antes los vehículos podían acceder desde Padre Lerchundi y subir Gran Capitán, ahora su sentido es al revés. Hay que prestar especial atención a que parece que ahora desde la calle Gran Capitán se puede ir en dos direcciones. O bien acceder a Padre Lerchundi si se gira a la izquierda o hacia García Cabrelles si se va para la derecha.
Para que no se produzcan accidentes, o para intentar evitarlos, la Policía Local ha instalado vallas, a fin de que a los coches no se les ocurra seguir recto hacia la avenida Juan Carlos. También han colocado new yersey- barreras de separación- para facilitar el acceso hacia García Cabrelles y que los conductores vean el camino, en esta primera semana desde el cambio de sentido. Sin olvidar las señales de prohibido el paso.
Todas estas barreras para encauzar el tráfico, también impiden a los vehículos acceder a la calle García Cabrelles, la situada entre el Dutty Free y la tienda Tiger, desde la Avenida Reyes Católicos, como se ha podido siempre. No sabemos si este cambio es definitivo, pero las barreras por ahora impiden su paso en esa dirección.
Otra de las calles, que aunque por ahora sigue como siempre, cambiará por completo su sentido es la de López Moreno, la calle que desemboca en Ejército Español. El Faro ha podido hablar con uno de los agentes de la Policía Local que estaba encauzando el tráfico en Padre Lerchundi, y aseguró a este diario que una vez finalicen las obras de Ejército Español, toda la calle completa cambiará de dirección.
Por ahora, podemos ver que los coches aparcados en López Moreno están en dirección contraria a como estaban antes, lo que hacía indicar que esta calle podría modificarse. Tanto López Moreno como Ejército Español cambiarán su sentido habitual.
Fuera del centro, otra de las obras que ha acarreado quejas entre muchos melillenses, es la que se está produciendo en los alrededores de Mercadona, por la construcción de unas plazas de aparcamiento.
La calle de Carlos V, lateral al supermercado, permanece cortada y únicamente pueden pasar residentes para estacionar. Por este motivo, la calle Conde de Alcaudete, donde se ubican la entrada y la salida de Mercadona, también se ha visto modificada en dos direcciones.
Melillenses opinan
El Faro ha querido saber la opinión de los melillenses acerca de estos cambios, que por ahora causan el despiste a algunos conductores. En la calle, hay opiniones contrarias sobre los cambios. Hay quien cree que siempre son para bien, y otros, que aún son reticentes a lo nuevo.
"Yo veo bien que las cambien", dijo rotundamente María. Ella cree que al principio habrá confusión. "Yo me lío con las calles", explicó. Ella es de las de la opinión favorable hacia la nueva dirección de ambas calles. Otros melillenses, aunque ven bien el cambio, desconfían todavía por si pudiera crear más perjuicio que ventajas.
"Hombre si es para bien de todos, estoy de contento, pero si es para perjudicar a ciertas personas o al bien común no", comentó Chaid. Este melillense no se queja del cambio de dirección de las calles, e incluso piensa que puede ser para bien. Lo que no le gustaría, es que pudiera causar cualquier problema a nadie.
Chaid cree que a quien más puede perjudicar es a las personas que llevan poco tiempo en Melilla y se desorientan con los cambios. Él piensa que al principio va a haber un poco de confusión en el tráfico, pero que habiendo una señal de prohibido el paso es suficiente para que ningún coche entre en dirección contraria.
De la misma opinión son Hassan y Ana María. Por un lado, Hassan comentó a El Faro que cree que los cambios "se han hecho por algo" y que seguro que serán buenos. "La gente se acostumbra y ya está", dijo.
Lo mismo piensa Ana María. Esta melillense cree que si lo han hecho así, "lo mismo es para bien" y que solo hay que estar un poco atentos a las direcciones de las calles.
"Estás tan acostumbra a tirar por esos sitios que puedes cometer fallos", comentó. Ella, por ahora, no ha bajado al centro con el coche. Lo que sí le hubiera gustado a Ana María, es que además de las señales de tráfico, hubieran puesto un cartel informando de los cambios previamente.
"Me parece muy bien aunque mucho lío y mucho tráfico", comentó a El Faro Ikram. Para esta joven el cambio es bueno, pero aún causa un poco de confusión. También piensa que afectará más a los peatones que a los vehículos. "Con los coches es fácil acostumbrarse", dijo. Ella no cree que haya problemas ni que se vayan a producir muchos accidentes a causa de esto.
A otras personas, en cambio, les da igual la dirección de la calle mientras el tráfico sea fluido. Es lo que opina Laila. "Tenemos unos colapsos increíbles, lo que pedimos los melillenses es que a la hora punta agilicen el tráfico", dijo. Si son alternativas para facilitar el tránsito de vehículos, a ella le parecen bien. "Si vamos a seguir con las mismas no", añadió.
Estas modificaciones de la vías urbanas no preocupan demasiado a los melillenses que han participado en esta encuesta de El Faro. De todos los que han respondido, no ha habido ninguna persona que estuviera en contra de esta novedad. La mayoría solo espera que sea para mejorar las calles y que no causen problemas. La densidad del tráfico y los colapsos a determinadas horas en el centro, es lo que verdaderamente preocupa a algunos.
