El CEIP Pedro Estopiñán ha dado este miércoles el pistoletazo de salida a la segunda edición de los ‘Estopijuegos’, unas jornadas deportivas que se han convertido ya en una cita emblemática para el centro y que se desarrollarán durante tres días consecutivos, hasta el viernes. Desde las 10:00 de la mañana, el patio y las instalaciones del colegio se han transformado en un espacio multicolor, donde cerca de 700 alumnos participan en diversas actividades físicas y juegos organizados por niveles y equipos.
Cristina Morales, directora del colegio, explicó que esta iniciativa nace con un doble objetivo: por un lado, fomentar la actividad física y los valores deportivos; y por otro, reforzar la identidad del centro a través de una propuesta lúdica que involucre a toda la comunidad educativa. “Esto son nuestras jornadas deportivas, que es el segundo año que las hacemos, y las llamamos ‘Estopijuegos’. El nombre tiene un significado muy especial, porque nuestro cole también se conoce como el ‘Colegio Juego de los Niños’, así que queríamos que el título de las jornadas reflejara esa esencia”, comentó Morales.
Los estudiantes están organizados en tres grandes equipos, representados por los colores rojo, amarillo y azul, que no fueron escogidos al azar. “Principalmente, estos colores están muy relacionados con el autismo. Nuestro centro fue el primero en Melilla que, de forma voluntaria, solicitó un aula TEA para dar una mejor respuesta a nuestro alumnado con autismo. Queríamos que esta realidad estuviera integrada también en el evento, como símbolo de nuestra apuesta por la inclusión y la diversidad”, añadió la directora.
Durante los tres días de competición, los alumnos, desde Infantil de tres años hasta 6.º de Primaria, participarán en una gran variedad de actividades físicas adaptadas a sus edades. Desde carreras de obstáculos, circuitos psicomotrices y juegos cooperativos, hasta pruebas más elaboradas para los cursos superiores, todas las propuestas están diseñadas con criterios pedagógicos y deportivos. Además, el componente lúdico es fundamental: los niños no solo compiten, sino que disfrutan, aprenden y conviven.
El evento no sería posible sin una intensa labor previa de organización. Morales explicó que llevan preparándolo desde el mes de febrero: “Esto no se improvisa. Son muchas semanas de ensayo de las actividades, de análisis de propuestas de mejora respecto al año pasado, de planificación logística. Hay una coordinación constante entre todo el equipo docente, desde los tutores hasta los especialistas en Educación Física, pasando por personal de apoyo y familias colaboradoras”.
Además de las pruebas deportivas, los ‘Estopijuegos’ también incluyen momentos de convivencia y animación, con música, bailes y dinámicas grupales. Las aulas, los pasillos y el patio han sido decorados con pancartas, banderas y símbolos que refuerzan el ambiente festivo y colorido de estas jornadas.
La clausura de los juegos se celebrará el próximo viernes a las 14:00 horas con una ceremonia simbólica en la que se proclamará al equipo ganador de esta segunda edición. “Ese día se izará la bandera del equipo que haya ganado más pruebas. Es un momento muy esperado por los niños, que viven la competición con ilusión, pero también con deportividad y respeto”, señaló la directora.
Morales insistió en que, aunque hay un equipo que gana, el verdadero triunfo es colectivo: “Aquí ganamos todos. Esta es una actividad que fortalece el espíritu de comunidad del centro. No se trata solo de hacer deporte, sino de trabajar en equipo, de colaborar, de respetar al otro. Valores que son esenciales tanto en el deporte como en la vida”.
Con esta segunda edición, el CEIP Pedro Estopiñán consolida una iniciativa que comenzó el curso pasado como una experiencia piloto y que hoy se perfila como una tradición escolar cargada de sentido educativo, integrador y festivo. “Estamos muy orgullosos del camino recorrido y convencidos de que los ‘Estopijuegos’ seguirán creciendo y mejorando cada año. Es una forma de vivir la educación con alegría, con compromiso y con el corazón”, concluyó Morales.