La Policía Nacional ha reforzado sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico en la ciudad autónoma con la desarticulación de dos puntos de venta de drogas en menos de una semana. Estas operaciones, llevadas a cabo en las barriadas de Calvo Sotelo y Cañada de Hidum, forman parte del Plan Estratégico de Lucha contra el Narcotráfico, que busca erradicar la distribución de estupefacientes y mejorar la seguridad en las zonas más afectadas por este problema.
Operación DEVIL
Agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) realizaron una investigación en la barriada Calvo Sotelo tras detectar un elevado flujo de compradores a todas horas del día y de la noche en un domicilio particular. La información recabada permitió lanzar la Operación DEVIL, que concluyó con la detención de un matrimonio dedicado a la venta de cocaína al menudeo.
Durante el registro de la vivienda, los agentes encontraron 30 gramos de cocaína cuidadosamente ocultos en el interior de un sillón, dentro de un zapato. Además, se halló una balanza de precisión, lo que indica que la droga era cortada y preparada en dosis para su distribución.
El hombre detenido ya tenía dos condenas previas por tráfico de drogas y había cumplido penas de prisión en dos ocasiones. Su esposa también fue arrestada y ambos fueron puestos a disposición judicial.
Fuentes policiales han señalado que estos puntos de venta clandestinos generan un impacto negativo en los vecinos, quienes deben convivir con la constante afluencia de compradores. La inseguridad se ve agravada por la posibilidad de incidentes violentos en la zona y la facilidad con la que los jóvenes pueden acceder a las sustancias ilícitas.
Las fuerzas de seguridad destacan que este tipo de investigaciones son complejas debido a que los vendedores operan desde domicilios privados, lo que les otorga cierta protección legal.
Detención en la Cañada
Días antes, otra intervención policial en la Cañada de Hidum permitió la detención de un joven de 22 años que intentó huir al notar la presencia de los agentes. Durante la persecución, el sospechoso arrojó una bandolera en cuyo interior se encontraron 60 pastillas de benzodiazepinas, 25 porciones de hachís y más de 500 euros en efectivo, lo que confirmó su implicación en la venta de drogas al por menor.
El joven fue interceptado y puesto a disposición judicial, sumándose así a la lista de detenidos en el marco del plan de lucha contra el narcotráfico en Melilla.
Problema persistente
Melilla ha sido históricamente una zona sensible al tráfico de drogas, debido a su situación geográfica y su conexión con redes de distribución más amplias. La existencia de puntos de venta al menudeo en barriadas vulnerables supone un reto constante para las fuerzas de seguridad, que trabajan en su detección y desmantelamiento.
Fuentes policiales han señalado que los operativos seguirán en marcha para identificar y desactivar nuevos focos de distribución de estupefacientes en la ciudad. En este sentido, han recordado la importancia de la colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con la venta de drogas.
Desde la Jefatura Superior de Policía de Melilla han reiterado su compromiso en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y han hecho un llamamiento a los ciudadanos para que informen sobre movimientos sospechosos en sus barrios.
"El narcotráfico no solo afecta a los consumidores, sino que deteriora la seguridad y la convivencia en nuestras calles. Seguiremos actuando con firmeza para erradicar estos puntos de venta y garantizar la tranquilidad de los vecinos", han declarado fuentes de la Policía Nacional.
Por el momento, ambas operaciones han sido consideradas exitosas, al desmantelar puntos de distribución clave en la ciudad y reducir la oferta de sustancias ilegales en las calles de Melilla.