El candidato de Créame –así lo prefiere él-, Jesús Delgado Aboy (Teruel, 1954) lleva 33 años en Melilla de manera ininterrumpida, pero antes, en 1978, estuvo aquí haciendo la mili. Esa ciudad de la que él se enamoró “no tiene nada que ver con la de ahora” y uno de sus principales objetivos es “devolverle la alegría que tenía” cuando la conoció. El Faro charla con el actual presidente de Proyecto Melilla SA (Promesa) a falta de una semana para las elecciones con la polémica por el voto por correo candente. Según dice, es algo “horroroso”.
-¿Cómo marcha la campaña electoral?
-La campaña está francamente difícil. Hay mucho juego sucio. Lo que siempre hay aquí, porque la ciudad tiene una política muy especial que es de todo menos política. Si hay que reseñar algo, es la pérdida de la libertad del ciudadano con la compra del voto por correo, que me parece una auténtica barbaridad. Yo creo que esto sería completamente denunciable a todos los niveles. Pienso que ha sido tarde cuando la Junta Electoral ha empezado a decir algo. Hace ya cuatro años, las pasadas elecciones empezaron estas historias y este año se ha multiplicado por diez. Esto es vergonzoso. Lo que pienso proclamar a los cuatro vientos es que el ciudadano tiene derecho a manifestarse y tiene que tener la liberad suficiente para votar a quien quiera, no haber la coartación que hay, y mucho menos el asunto de compra de votos que hay en la actualidad. Eso es una auténtica barbaridad, pero, bueno, esto es lo que hay no entiendo a la Justicia, cuando ya hay gente que está condenada por este asunto de una manera tan sumamente abierta.
-¿Qué piensa usted de este asunto?
-Aquí lo están haciendo todos los grandes y todos lo sabemos. Es horroroso. Pero lo que es completamente denunciable y hay que ponerlo en portada es que los melillenses estamos perdiendo la libertad para votar. Éstos tienen el poder del dinero y nosotros el único que tenemos es el de las urnas. Nosotros vamos a decir la verdad, lo que queremos hacer, que vamos a cumplir lo que decimos, no como los demás, y una cosa muy importante es que ahí estamos sin ningún tipo de tapujo, con la verdad por delante, con transparencia y no con dinero, como están usando los demás para comprar. Nuestra fortaleza y nuestro objetivo es nuestro interés por que la ciudad salga adelante. Y, de nuevo, muy importante: estoy convencido de que, si todos los empresarios y los comerciantes de esta ciudad nos uniéramos, otro gallo cantaría. La cosa estaría de una manera muy diferente a como está.
-¿Qué opina de la petición de CpM de anular las elecciones por lo del voto por correo?
-¿Tú te crees eso? Yo no me creo nada. Esto es disparar al aire. Aberchán está condenado por este asunto y, ante esta situación, se ve en la obligación de reprobarlo. Pero está claro: sabemos que están comprando a diestro y siniestro tanto uno como otro. A mí, me parece una barbaridad y lo que me parece más lógico no es suspender las elecciones, sino todo el voto por correo y que hablen solamente las urnas. Lo que hay que hacer es que, como hay mucha barbaridad, tanto por un lado como por otro, y todos dándose golpes de pecho como si lo estuvieran haciendo los demás y ellos no, es suspender los votos por correo. Eso sí sería lógico.
-¿Tiene usted alguna prueba de la compra de votos?
-Alguien se lo dice a uno, a ése alguien se lo ha dicho otro, y a ése otro se lo ha dicho otro, y así, con lo cual es muy difícil poder llegar a la mano ejecutora. O sea, lo hace con esa impunidad porque tiene una cadena de diez o doce personas. Y éstos que están en primera línea, jugándose la cara y comprando votos no saben realmente quién está detrás de esta historia. Saben que es un partido, pero no saben los nombres y apellidos de la persona que lo está ofreciendo. ¿Es legal? Yo creo que no. ¿Es justo? Por supuesto que no. ¿Y es algo interesante para la ciudad? Catastrófico para ella. Pero, claro, ellos juegan con determinados grupos de personas que, dependiendo de qué grupos son y a qué nivel se mueven, ofrecen una cosa u otra.
-¿Qué le parece que Melilla esté en todas las noticias nacionales por este caso?
-Desastroso. Con lo que es Melilla, tendría que salir por otro tipo de noticias. Siempre salimos por noticias malas y rocambolescas. Esto es kafkiano, no es normal. Pero, si encima los partidos que tendrían que poner un poco de orden no lo hacen, es todavía más complicado. Tú podrás conseguir cambiar la manera de hacer política cuando cambies las personas que entran. Mientras sean las mismas personas de los últimos 25 años, se seguirá estando igual. A mí, me pasma cuando ahora, por ejemplo, llega Imbroda y dice que en estos cuatro años se ha dado cuenta de lo que hay que hacer en Melilla para cambiarla y que sabe cómo hacerlo. ¿Y en los 19 años anteriores, cuando ha dilapidado 5.000 millones de euros, no lo ha hecho? ¿Ahora, en la oposición, se ha dado cuenta de cómo se hace esto? Venga, hombre, por favor. Eso no se lo cree ni él cuando lo está diciendo. Lo más fácil es mirar a la gente a los ojos y te das cuenta de que muchos venden humo, otros no saben lo que dicen y la mayoría dicen lo que les dicen que digan y no tienen percepción de la realidad ni están totalmente de acuerdo ni convencidos de lo que están hablando. Aquí nos conocemos todos, lo que es una gran ventaja y una gran desventaja también al mismo tiempo. Y, cuando tú miras a la gente y la oyes hablar y ves que no te mira, sino que mira al suelo, que cierra los ojos… No está transmitiendo más que lo que le han dicho que tiene que transmitir, pero no le sale del corazón. No le sale de dentro decir “tengo que defender mi ciudad, porque se muere”. Ese es el grandísimo problema que hay.
-Dejemos el voto por correo. Cuénteme sobre las propuestas de Creando Melilla.
-Hay que decir Créame, porque diciendo ‘Melilla’ llega un momento en que ya no sabe la gente de qué partido estamos hablando. Nuestro interés fundamental es el empresariado. Hay que atraer nuevas empresas que generen industria, economía y empleo. Eso genera sinergias con otras empresas de aquí y complementos para que vengan otro tipo de empresas. Tenemos que traer savia nueva. Es como cuando una tierra lleva cultivándose muchos años y llega un momento en que, antes de hacerse yerma, uno se tiene que plantear si quiere que siga creciendo algo en ella. Hay que abonarla y se abona con empresariado de fuera, empresariado joven y una economía con capacidad de moverse a las nuevas tecnologías y a los nuevos tiempos y generar industria y, sobre todo, empleo. Mucho empleo. Una vez que tengamos una ciudad rica, por añadidura vamos a arreglar el turismo, que sabemos cómo hacerlo; las comunicaciones, tanto marítimas como aéreas, que sabemos cómo hacerlo; incentivar, sobre todo, la formación. No podemos dejar que nuestra gente joven se vaya afuera. Cuando tengamos todo hecho, tendremos, por añadidura, una ciudad más segura. Yo ya me he puesto en contacto con la Policía y tendremos una próxima reunión, porque mi idea es que aquí haya patrullas de Policía Local en todos los barrios. Tiene que estar igual de seguro el que vive en la Cañada que el que vive en el Paseo Marítimo, igual que tiene que tener exactamente las mismas prebendas de todo: luz, agua y comodidades. Tenemos que acabar ya con los ciudadanos de primera, de segunda y de tercera, porque hay gente a quien le sigue interesando que haya personas en condiciones muy precarias para que luego, cuando les ofrezcan 50 euros, se tiren como locos a cogerlos. Ese es el problema.
-Y todo esto sabe cómo llevarlo a cabo…
-Totalmente. Por ejemplo, algunos siguen hablando de un aeropuerto flotante, que es inviable, entre otras cosas porque no tenemos aguas territoriales, sino derecho de paso. Aparte, Marruecos no nos dejaría que se monte ahí nada. Y, lo más importante: nosotros no somos Kuwait, Qatar ni los Emiratos Árabes Unidos. No tenemos los medios para hacer un aeropuerto flotante que cueste 20.000 millones de euros. Pero yo sí sé cómo hacer para ampliar el aeropuerto para que vengan cuatro tipos de aeronaves distintas y pongamos un par de compañías de bajo coste y se acabe ya con la primacía. Aquí hay una compañía sólo. Cuando en un sitio hay un monopolio, es malo, porque el monopolio, sin querer o queriendo, va a seguir subiendo los precios y le va a importar un pito los ciudadanos, y eso que se supone que tiene que estar a su servicio. Entonces, si tenemos dos o tres compañías low cost a precios asequibles, indudablemente la ciudad se llenará de gente los fines de semana y los nuestros tendrán capacidad de irse cuando quieran sin tener que ir mirando cuándo les sale más barato o si le dan un bono turístico.
-¿Me diría cuáles son sus expectativas a falta de una semana para las elecciones?
-Cada día vamos subiendo y llegando a más gente. El jueves estuvimos con representantes de la CEME o el miércoles con Acsemel, y la verdad es que la gente está muy proclive a escuchar lo que decimos y abierta a las resoluciones que queremos dar. Son empresarios y tienen exactamente el mismo lenguaje que nosotros. Repito que la idea es que se unan los empresarios y los comerciantes y entonces empezaremos a tener una ciudad rica, próspera y coherente. Porque aquí se dicen muchas cosas y luego se hacen otras muy distintas.
-¿Le gustaría lanzar un último mensaje?
-Vamos a seguir luchando. Saldremos a la calle por todos sitios para defender la libertad del voto y, sobre todo, la democracia.
Que manera de divagar para aferrarse a un sillón que le han negado una vez tras otra, por que será.....