Este año, el encendido del alumbrado navideño se adelanta unos días respecto a años anteriores. Los melillenses podrán disfrutar de las luces de Navidad a partir del próximo 23 de noviembre, unos días antes de la celebración mundial del Black Friday, fecha en la que suele comenzar el periodo de compras navideñas y que en esta ocasión tendrá lugar un día después.
Las tiendas necesitan vender y más aún en una de las épocas del año caracterizadas por ser más intensas en cuanto a ventas se refiere. Esta Navidad, más que nunca, viene caracterizada por una fuerte subida de los precios no solo en alimentación sino en servicios y productos en general por lo que la incertidumbre de los comerciantes es aún mayor.
Es por ello que los periodos de ofertas como el Black Friday o cualquier evento que se realice en Melilla para incentivar las ventas es muy aplaudido por los propietarios, que creen que este adelanto en la fecha del encendido navideño va a fomentar el consumo.
La mayoría de comerciantes con los que ha hablado este diario aseguran que las luces despiertan el espíritu navideño de los melillenses y hace que se les despierte el interés por empezar a comprar los regalos. A pesar de ello, aclaran que esta fecha tampoco impulsa en gran medida el consumo aunque sí lo aumenta.
“Yo creo que si lo ponen un poco antes, la gente se anima a comprar los regalos”, comentó a El Hamed. Él es encargado de la tienda Donovan Miller y apuntó que las luces navideñas incitan a las compras.
“No hay ambiente navideño en cuanto al público, pero sí adorna el centro y queda más bonito”
Lo mismo opina Paco García, propietario de la tienda Paco Milán. Para él, además de incentivar un poco el consumo, adornan las calles. “No hay ambiente navideño en cuanto al público, pero sí adorna el centro y queda más bonito”, comentó. Este comerciante afirma que los melillenses no comienzan a comprar los regalos de Navidad con tanta antelación y que el periodo de compras estival empieza un poco más tarde.
En esto último está de acuerdo Manuel, propietario de Elisia, tienda de regalos y libros, que añadió que en Melilla se retrasa un poco más el inicio de la decoración y el alumbrado de Navidad que en otras ciudades europeas, en las que comienza mucho antes.
Él cree que las luces sí que provocan en los melillenses más ganas de comprar y que esto se demuestra con las ventas de otros años que aumentaron en este periodo.
“A la gente le gusta ver las luces, oír la musiquita de Navidad y empezar a ambientarse”, afirmó.
Y es que no solo el encendido de luces estival es bueno para el comercio de Melilla sino cualquier actividad que se haga en el centro y que atraiga a los habitantes. “Hace poco se hizo un rastrillo en la calle O´Donnell y nosotras estábamos encantadas, se notó el movimiento”, apuntó.
Estos eventos hace que las personas se fijen en los escaparates y siempre hay quien al final acaba comprando algo. Es por esto por lo que en las franquicias también agradecen este adelanto de la fecha, que hace que el centro de la ciudad tenga más vida que durante los días normales.
“Cuanto antes mejor, que haya más vida y que venga todo el mundo a comprar al centro. Todo lo que se haga, siempre es positivo”, señaló Silvia, dependienta de Mango. Ella asegura que se nota bastante cuando se decora y se enciende el centro en Navidad.
“Todos tenemos ganas de que llegue la Navidad, si por mi fuera que la pongan ya. Es lo que da ambiente y luz”
Atraer a la mayor cantidad de público posible hacia el centro es el anhelo que tienen todos los comerciantes y más en las tiendas en las que venden productos típicos que se regalan por Navidad como pueden ser las joyas. En Singularu Tamara, dependienta de la tienda, afirma que la decoración Navideña ayuda a las ventas. Aunque esta Navidad será la primera para Singularu desde su apertura, Tamara señala que por lo menos cree que la decoración va a llamar mucho la atención de los clientes potenciales. “Las joyas son un muy buen regalo para Navidad, así que yo creo que nos va a favorecer”, afirmó.
Ante estas perspectivas son muchos los empresarios o encargados que esperan con ansia la inauguración del alumbrado de Navidad. Para Cheyma, empleada de Parfois, las luces podrían ponerlas mucho antes. Incluso en agosto, dijo. “Todos tenemos ganas de que llegue la Navidad, si por mi fuera que la pongan ya. Es lo que da ambiente y luz”, comentó.
Es la misma opinión que tiene su hermana gemela, Umeyma, que es la encargada de la tienda. Esta melillense recalca que es precisamente lo que le falta al comercio de Melilla para darle vida.