Cuatro centros y dos AMPAS de Melilla comunicaron a la coordinación de la campaña Calles abiertas para la infancia su participación en las actividades de este 6 de mayo en una convocatoria en la que se han producido en España más de 100 iniciativas.
Las ciudades son responsables de más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La urgencia de la crisis climática requiere una rápida y profunda transformación. Pero la preocupación por la salud del planeta y de la infancia no es la única razón de las movilizaciones.
La infancia ha perdido la calle, entre otros motivos, debido a la ocupación del espacio público por los coches, impidiendo acceder a la escuela de forma autónoma y segura, obligando a los niños y niñas a enfrentarse cada día a la amenaza de máquinas que pesan casi dos toneladas. Necesitamos ciudades caminables antes que ciudades olímpicas.
En Melilla los colegios Reyes Católicos y Enrique Soler organizaron actividades en apoyo de la promoción y revitalización de sus caminos escolares.
El colegio Anselmo Pardo cortó un tramo de calle para permitir actividades de su alumnado más pequeño en demanda de calles seguras, y organizó salidas fuera del aula para ocupar las calles, al igual que el colegio Reyes Católicos desplazó alumnado a la playa para realizar actividades físicas.
Las AMPAS de los colegios León Solá y Mediterráneo “sacaron” sus pancartas a las puertas de sus colegios para reclamar calles abiertas y seguras del tráfico.
Esta iniciativa se suma a muchas otras que llevan tiempo reclamando espacios seguros, sin ruido y sin humos, alrededor de los centros escolares. Las experiencias de caminos escolares, la Revuelta Escolar, los bicibuses, están cogiendo cada vez más fuerza, y en Melilla precisamos reclamar acciones urgentes y contundentes para conseguir que los niños y niñas puedan respirar un aire limpio y acceder de forma segura, activa y autónoma al colegio.
Estas acciones pretenden llamar la atención de los responsables municipales en Melilla, la Ciudad Autónoma, exigiendo cambios rápidos en el diseño urbano, para conseguir que los centros escolares sean declarados zonas de especial protección en las futuras Zonas de Bajas Emisiones que las ciudades deben implantar antes de 2023.
“Calles abiertas” es una etapa más del proceso de movilización social que promueve Clean Cities, junto con Ecologistas en acción y todas las entidades que se van sumando desde todos los agentes sociales implicados en las comunidades educativas, centros, profesorado, Ampas o simplemente grupos de familias, asociaciones y ONGs.
Este conjunto de reivindicaciones se pretende extender en el tiempo como un proceso continuo que tendrá su próxima cita en la Semana Europea de la movilidad sostenible, como arranque de las actividades del próximo curso en otoño.