Carmen Sánchez Arapiles es la autora de ‘El mensajero de Annual’, que publicó bajo el seudónimo Selipara. Se trata de un relato de amor basado en una historia real y en los hechos históricos que sucedieron a principios del siglo XX en la guerra de África.
Arapiles se describe como una simple maestra jubilada, que comenzó a escribir de forma voraz hace tan solo un par de años. Se considera una escritora novel, pues esta nueva faceta suya empezó hace tan solo un par de años. En 2021, cuando sufría una enfermedad, encontró en la escritura su propio refugio.
Para ella, escribir ‘El mensajero de Annual’ fue como “una terapia” con la que consiguió olvidar todo lo que estaba ocurriendo en su vida en aquel momento. “Fue como una evasión. Me ponía a escribir y me olvidaba del tema. Me sentaba muy bien”, rememora.
Fue tal la pasión con la que se dedicó a escribir, que consiguió terminar su primera novela en tan solo cuatro meses, justo a tiempo para el centenario del desastre de Annual.
Nos cuenta que los hechos que relata son completamente reales, basándose en relatos que escuchó de primera mano como toda la documentación histórica que hay sobre aquel periodo.
La historia se centra en Leocadio, un militar destinado a Melilla que estaba enamorado de una melillense, Joaquina, que se convirtió en su novia. En pleno transcurso de la tragedia, él fue enviado por el general Silvestre para pedir ayuda, convirtiéndose en el mensajero que da título a la obra. De esta manera, se embarca en una misión suicida.
“Cuento aquella tragedia desde un punto de vista diferente al que pueden haber hablado otras personas. Es real, es verdadera”, comenta la autora.
El noviazgo entre Leocadio y Joaquina forma parte de la obra, y durante este pedazo de historia podemos recorrer lugares tan emblemáticos de nuestra ciudad como el Parque Hernández. Hay un capítulo dedicado a la Legión, cuya creación fue en aquellos años, y que llegó a Melilla “de manera heróica” para defender la ciudad. También habla en otro de los capítulos de la ciudad hermana de Ceuta, que jugó también su papel en este periodo bélico.
Aún así, la escritora explica que cuando llegó el momento de relatar lo que sucedió en el desastre de Annual se encontró ante un reto, porque no podía “poner blanco lo que es negro” y tenía el deber de contar “la barbarie que ocurrió”, sin medias tintas. Confiesa que al ser un tema tan delicado, le causaba respeto hablar de ello porque su intención no es ofender, sino narrar los acontecimientos de manera objetiva.
Arapiles continúa escribiendo relatos que presenta a certámenes literarios, según nos cuenta. Escribir se ha convertido para ella en su vida y ya no puede dejar esta pasión a un lado. Uno de sus próximos proyectos es la publicación de un libro que recopile todos estos relatos que está presentando a concurso y que están siendo premiados. También se encuentra sumergida en la escritura de una nueva novela, que según dice está suponiendo un reto de escritura y está tardando más en escribirla de lo que conllevó ‘El mensajero de Annual’.
También ha publicado exitosos poemarios, como ‘Poesías de Málaga’ y ‘Poesías religiosas’. Pronto espera poder escribir uno dedicado por completo a Melilla, ciudad donde reside.
Junto a su faceta de escritora y de maestra, también se encuentra su afición a la pintura. Algunas de sus obras han aparecido en revistas culturales y expuestas en certámenes nacionales.