La formación política Somos Melilla ha solicitado formalmente todos los expedientes relacionados con la compra de la finca Villa Pilar por la Ciudad Autónoma. Además, ha iniciado una investigación sobre la titularidad de las fincas implicadas en dicha operación.
El líder del partido y diputado en la Asamblea, Amin Azmani, ha cargado contra este movimiento del Gobierno, calificándolo de "sinsentido".
Azmani considera que la celeridad el Ejecutivo local en la adquisición de dicha finca no está justificada. Máxime, dijo, cuando para liberar los fondos necesarios para la compra de Villa Pilar se ha renunciado a 3 proyectos públicos, como la construcción de un campo de fútbol, la regeneración del río Nano y la inversión en nuevas tecnologías. Iniciativas estas que para Azmani eran de una "imperiosa necesidad".
Desde el partido han cuestionado el argumento del Gobierno de la Ciudad para justificar la compra como la pérdida de la vegetación en la zona. Una "mentira" para el diputado, quien afirmó que al ser un terreno no urbanizable, no se puede construir ni edificar allí.
También cuestionó el argumento del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quien advirtió del riesgo de que la finca se convirtiera en un depósito de residuos y escombros. En este sentido, Azmani recordó la existencia de mecanismos para evitar esa situación hipotética.
La Ciudad ha abonado una inversión de 2 millones de euros por la compra de esta finca situada a las afueras, cuya intención es proteger el arbolado de la zona y recuperar este espacio verde para los melillenses.
Amor a la naturaleza
Amin Azmani ha ironizado con la compra parafraseando al presidente Imbroda, quien aseguró que la compra de Villa Pilar se producía por su "amor a la naturaleza". Sin embargo, el diputado ha cuestionado el mantenimiento de las zonas verdes de nuestra ciudad, cuyo estado calificó de lamentable.
"Señor Imbroda, quien ama la naturaleza no deja que los animales de la granja escuela sufran a ojos de todos los niños que lo visitan a diario. Si de verdad ama la naturaleza, agilice la regeneración y reapertura del Parque Lobera, meta mano al Parque Hernández y al Parque Forestal, que presenta un deterioro significativo. Entendemos el repentino amor del señor Imbroda por la naturaleza, pero una ciudad no se llena de verde a golpe de titular".
El diputado ha denunciado que la compra de Villa Pilar no supone otra cosa que "un negocio" y ha cuestionado la falta de inversión en reforestar las zonas verdes de la ciudad.
"Amar la naturaleza no es gastarse 2 millones de euros en un proyecto faraónico para que el señor Imbroda vaya a poner una plaquita, para gloria suya y la de su Gobierno".
Por ello, Azmani ha retado al presidente del Gobierno local a acompañarle en las visitas que Somos Melilla lleva a cabo por los diferentes distritos de la ciudad autónoma.
"Se lo digo alto y claro, señor Imbroda, usted no ama el verde de la naturaleza. Lo que su Gobierno y usted aman es el verde del dinero. Somos Melilla apoyará todas las medidas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, pero en lo que no vamos a contribuir es a que se haga negocio con el dinero de todos los melillenses".
Alternativas
Somos Melilla ha aportado algunas alternativas al Gobierno en las que invertir los 2 millones de euros de la adquisición de Villa Pilar.
Una propuesta supondría la construcción de 4 nuevas zonas verdes en barrios de la ciudad que carecen de los mismos y que los reclaman desde hace décadas, como recordó el diputado. También habló de como con dicha inversión se podría intervenir en parques abandonados de zonas como Tiro Nacional, Cabrerizas o El Real.
Con el fin de dinamizar la economía local y capacitar a los desempleados, Azmani mencionó otra propuesta de financiar un plan formativo de 8 meses de duración para 600 jóvenes, con becas de 400 euros al mes. Un proyecto que para el líder de Somos Melilla, permitiría que en el SEPE se atendiera la demanda laboral de profesiones demandadas pero con escasa oferta, como carpinteros, electricistas o reposteros, entre otras.
Sobre la posible especulación del precio de la finca, Azmani ha recordado que el propio Gobierno había estimado su valor en 800.000 euros, pero ahora pretende pagar 2 millones.
“No vamos a apoyar los caprichos de un presidente y de un gobierno que se cierra en banda y que no sabe o no quiere priorizar los problemas de los ciudadanos”, ha zanjado.