Garbín anunció ayer que Bienestar Social y Participación Ciudadano han impulsado este proyecto con el que se busca disminuir el índice de abandono escolar en Melilla.
La Ciudad invertirá 400.000 euros en la apertura de tres ludotecas en los distritos IV y V el próximo año. La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, aseguró ayer que la intención del Gobierno local es seguir trabajando para que las personas más desfavorecidas de Melilla tengan las mismas oportunidades que el resto. Así, indicó que el proyecto de las ludotecas en estos barrios, que ya cuentan con cinco, supone una apuesta para que los niños que viven en estas zonas y cuyos padres no tienen la oportunidad de pagarles clases de apoyo, puedan acceder a una formación complementaria. Garbín aseguró que el objetivo inicial es que estos niños acaben al menos la Educación Secundaria Obligatoria, aunque advirtió de que se trata de una meta a medio plazo.
Las tres nuevas ludotecas estarán situadas en Reina Regente, Monte María Cristina y Los Pinares. Ésta última ya existe y lo que se está realizando ahora es una ampliación que estará lista en breve, según indicó la viceconsejera de Participación Ciudadana Nasera Al-lal.
Estos tres nuevos espacios se sumarán a las cinco ludotecas que ya están funcionando en los distritos IV y V y con los que la Consejería de Bienestar Social y la Viceconsejería de Participación Ciudadana quieren contribuir a que el índice de fracaso escolar de la ciudad, uno de los más altos del país, se reduzca.
Garbín destacó que la exclusión social y la falta de formación son dos realidades que van estrechamente unidas y que son dos de los principales problemas de la ciudad. Así, aseguró que proyectos como los de estas ludotecas contribuirán a que el nivel de abandono temprano de la escuela de los alumnos melillenses se vaya reduciendo en los próximos años.
Al-lal destacó, además, el trabajo que se realiza en estos centros con mujeres mayores que no han tenido posibilidad de acceder a una formación en otros momentos de sus vidas y que ahora, gracias a estos espacios, pueden aprender a leer y a escribir, así como algo de cultura general. La viceconsejera aseguró que este trabajo es imprescindible en una ciudad como Melilla y apostó por continuar caminando en la misma senda que hasta ahora.