El terremoto que estremeció Melilla el pasado 25 de enero provocó cuantiosos daños en domicilios particulares de la ciudad, efectos que todavía notan varias familias que aún no han podido regresar a sus hogares.
Sin embargo, el temblor de tierra también dejó su huella en edificios no habitados, pero de una importancia vital para los melillenses, puesto que son auténticas joyas de nuestro patrimonio arquitectónico. Y uno de los inmuebles que más notaron los efectos del seísmo es la iglesia de La Purísima, ubicada en Melilla La Vieja.
Este templo sufrió importantes grietas en sus paredes y considerables daños en su estructura. De esta manera, Madrid tomó cartas en el asunto y a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se inició la reforma de dicha iglesia, a la que este departamento del Gobierno central dedicó 770.000 euros con el fin de rehabilitar las paredes y los techos.
No obstante, la cantidad asignada no incluye la restauración de los retablos ni el suelo del templo. De esta manera, la Consejería de Cultura de la Ciudad Autónoma ha decidido estudiar la posibilidad de asumir estos gastos y afrontar las reparaciones.
Para ello, el área de Cultura del Gobierno local ha llamado a una experta del ministerio, que vendrá a Melilla esta semana para examinar los retablos y el suelo y concretar el presupuesto necesario para mejorar su estado.
El retablo de la Divina Pastora es el que más daños ha sufrido como consecuencia del terremoto, aunque también se han deteriorado los de la Capilla de las Ánimas y el de la Orden de San Francisco.
La Consejería de Cultura considera que la instalación de un nuevo suelo no tiene por qué ser algo caro y que la Ciudad podría afrontar esa inversión. Ahora hay que esperar el dictamen de la experta del ministerio para saber qué cantidad monetaria será necesaria para poder restaurar los retablos de un templo que es todo un símbolo para Melilla.