Expertos en Educación, Sanidad y Servicios Sociales analizaron la realidad de los distritos IV y V en la segunda jornada de debate organizada por EAPN. La segunda jornada organizada por la Red de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) centrada en los barrios de la Cañada de Hidum y Reina Regente estuvo enfocada en analizar la realidad social que se vive en la actualidad en las zonas con mayor índice de pobreza de la ciudad autónoma. Los participantes fueron profesionales en áreas como Sanidad, Educación y Servicios Sociales, la mayor parte de ellos trabajadores en estas barriadas, que detallaron a los asistentes algunas de sus peculiaridades y problemas.
Fernando Moreno, profesor técnico de Servicios a la Comunidad del Ministerio de Educación, que desarrolla su labor en el CEIP León Solá, destacó que el elevado fracaso escolar que hay en la zona es fruto del perfil sociofamiliar de los jóvenes.
Según sus palabras, el desempleo y la pobreza que hay a su alrededor y que normalmente afecta a sus familias supone un duro lastre para que puedan tener una formación educativa normal. “Suelen ser alumnos que reciben muy poco apoyo en casa y así es muy difícil que puedan tener éxito académico. Los colegios no pueden encargarse en exclusiva de la educación de estos jóvenes, el apoyo de la comunidad es esencial”, añadió Moreno.
Por ello, abogó por dotar a estas barriadas de herramientas que permitan paliar las elevadas tasas de paro y miseria, ya que sólo de este modo, trabajando en la base del problema, también mejorarán las cifras de fracaso escolar.
Por otro lado, Esperanza Romero, enfermera en el Centro de Salud de la Zona Norte, explicó cómo desarrolla su trabajo en una de las zonas más deprimidas de la ciudad autónoma. Según sus palabras, es incierto que estos centros sanitarios sean más conflictivos que otros de Melilla. “Por desgracia siempre se destaca los más negativo”, afirmó.
También detalló algunas iniciativas que se están desarrollando con los más jóvenes de estos sectores, como un plan para fomentar hábitos saludables.
En conclusión, puede decirse aún queda mucho por mejorar en estas barriadas, incluso en aquellos terrenos que resultan básicos para el bienestar de sus habitante, como son la Educación y la Sanidad.