El rey Mohamed VI de Marruecos ha instado a la población musulmana del país a no celebrar este año la tradicional ceremonia del sacrificio de ‘Aid al-Adha’, conocida como la Fiesta del Cordero, una de las fechas más importantes del calendario islámico. La decisión responde a la fuerte sequía que azota el país y a la difícil situación económica que atraviesan muchas familias.
El anuncio se hizo público este miércoles a través del ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Taoufik, quien leyó un mensaje del monarca en el telediario principal de la primera cadena marroquí Al Oula. En el comunicado, Mohamed VI subrayó la escasez de ganado debido a la crisis climática, así como el alto coste que supone la compra de un cordero para muchas familias.
"Nuestra preocupación por permitirles observar este ritual religioso en las mejores condiciones está estrechamente ligada a nuestra obligación de tener en cuenta los desafíos climáticos y económicos que enfrenta nuestro país y que han provocado una disminución sustancial del número de ganado", señaló el monarca.
Además, el rey explicó que la celebración de esta fiesta en estas condiciones "es probable que perjudique a grandes sectores" de la población, especialmente a aquellos con ingresos limitados. En su calidad de comendador de los creyentes, Mohamed VI eximió a los fieles marroquíes de cumplir con esta tradición, pero les animó a mantener la celebración a través de rezos, la entrega de limosnas y la realización de obras piadosas.
El ministro de Agricultura marroquí, Ahmed el Bouari, informó recientemente de que el ganado del país ha sufrido una caída del 38% en comparación con 2016. Esta reducción ha impactado el sector de la carne roja, provocando un notable incremento en el precio de este producto.
La última vez que Marruecos anuló la Fiesta del Cordero fue en 1996, cuando el difunto rey Hasán II tomó una decisión similar debido a la fuerte sequía que sufría el país en aquel momento.
¿Qué es la Fiesta del Cordero (Eid al-Adha)?
El Eid al-Adha, también llamado la Fiesta del Sacrificio o Fiesta del Cordero, es una de las festividades más importantes del Islam, junto con el Eid al-Fitr, que marca el fin del mes de Ramadán. Se celebra en el décimo día del mes islámico de Dhul-Hijjah, coincidiendo con la peregrinación a La Meca (Hajj), un pilar fundamental del Islam.
La festividad conmemora el relato coránico en el que el profeta Ibrahim (Abraham) estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Ismael como acto de obediencia a Dios. En el último momento, Dios intervino y reemplazó al niño por un carnero, estableciendo así la tradición del sacrificio.
La celebración del Eid al-Adha tiene un profundo significado religioso y social. Tradicionalmente, las familias musulmanas sacrifican un cordero, cabra, vaca o camello, y la carne se divide en tres partes: una para la familia, que la consume en los días siguientes; otra para amigos y vecinos, fomentándose así la comunidad; y una tercera para las personas necesitadas, reforzándose el espíritu de solidaridad y caridad islámica.
Antes del sacrificio, los fieles musulmanes asisten a una oración especial en la mezquita, donde se recitan versículos del Corán y se recuerda el significado de la festividad. Además, es costumbre estrenar ropa nueva, compartir comidas especiales y realizar visitas familiares.
En Marruecos, el Eid al-Adha es un evento de gran relevancia cultural y económica. Para muchas familias, el sacrificio del cordero es un acto sagrado, pero también representa un gasto significativo. El precio del ganado suele aumentar en los días previos, y no todas las familias pueden permitirse comprar un animal, lo que en años de crisis genera tensiones económicas.
El anuncio del rey Mohamed VI de suspender el sacrificio este año es una medida excepcional, motivada por la grave sequía y el impacto en la cabaña ganadera. Sin embargo, la celebración de la festividad se mantiene con oraciones, limosnas y actos de caridad, preservando su esencia espiritual.
El papel del Islam en la comunidad marroquí
En paralelo a esta decisión, Marruecos ha enviado recientemente a 272 imanes y predicadores a diferentes países para asesorar a los emigrantes marroquíes durante el mes sagrado del Ramadán. Según informó el Ministerio de Asuntos Islámicos, el objetivo es reforzar la identidad religiosa de los marroquíes en el extranjero y responder a sus inquietudes espirituales durante el periodo de ayuno.
La suspensión del Eid al-Adha por motivos climáticos y económicos es una medida excepcional que refleja los desafíos actuales del país, marcados por el impacto del cambio climático y la crisis económica en la vida cotidiana de los marroquíes.
Es de lamentar, cualquier tipo de circunstancias adversas, que puedan perjudicar a nuestros vecinos y amigos, por el raigambre que también nos une, pero dicho esto, nos cabe decir también, que en los tiempos que vivimos no se entiende muy bien ¿Cómo en las circunstancias que se encuentran, gastan miles de millones de euros en un campo de fútbol, así, como otros elementos, no tan necesarios para la vida misma, como la manutención de los
seres humanos?.
El año pasado fue peor la sequía y aun así hubo matanza, importando millones de cabezas de ganado desde España (manolos) subvencionados por Mohamed el sátrapa, éste año ha preferido escudarse en la sequía y destinar los millones públicos a seguir armandose y financiar su invasion al Sáhara Occidental a lo q endeuda al país y llegando ya a la futura 10° generación... Ahora que vaya CPM y su kaleborroka a BeniEnzar a montar el pollo y a hacer el ridículo.