Las responsables del servicio se concentraron ayer para explicar que el contrato entre Clece e Ingesa impide que las mejoras laborales que solicitan puedan avanzar.
Los trabajadores del servicio de limpieza del Hospital Comarcal se concentraron ayer en la puerta del centro como señal de protesta por el convenio laboral que tienen actualmente con la empresa concesionaria del servicio, Clece. Una veintena, de las 45 que forman la plantilla, decidió ocupar uno de los bancos de la entrada para tomar allí el desayuno en señal de protesta por el estancamiento de las negociaciones de los últimos meses, que según explicó la secretaria del Comité de Empresa, Charo Álamos, no avanzan por una clausula que existe en el contrato entre Clece e Ingesa (Instituto Nacional de Gestión Sanitaria).
Así Álamos apuntó que el contrato entre el Ingesa y Clise impide una negociación entre trabajadores y empresa. La trabajadora aseguró que han remitido a la institución responsable de la Sanidad en la ciudad una carta en la que piden una explicación sobre el artículo 5.3.2 del contrato en el que se establece, entre otras cosas, que no se contratará a más personal y que sólo podrá negociarse una subida salarial del 0,8%.
La representante de los trabajadores explicó que esta premisa aparece en el último contrato firmado entre Ingesa y la empresa de limpieza y que con él se impide la negociación que llevan meses intentando para la mejora de las condiciones laborales.
Álamos dijo que se han sentado tres veces con la empresa y que la respuesta a todas sus peticiones ha sido no. Además aseguró que la propia empresa les remite al hospital como responsable de que las reivindicaciones no se puedan aceptar en cumplimiento del artículo mencionado.Y es que según señaló la secretaria del comité, Clece afirma que el incumplimiento de esta clausulas podría suponerle a la empresa una sanción por parte de la Administración pública.
Así las trabajadoras dicen que si no reciben respuesta del Ingesa podrían continuar las protestas y la secretaria del comité añadió que “no sería la primera vez que no se les respondiera una petición”. En este sentido manifestó que los trabajadores no entienden que la institución pública pueda condicionar una negociación colectiva.
Entre las reivindicaciones de este colectivo está una sabida del 5% de los sueldos y lograr un día más de asuntos propios.
Hace varios meses las trabajadoras de este servicio ya amenazaron con ir a la huelga si no se escuchaban sus peticiones. En aquel momento pretendían que sus sueldos llegaran a los 1.000 euros, entre otras cosas. Sin embargo, parece que las negociaciones no terminan de avanzar y ahora la pelota está en el tejado del Ingesa, que ayer aseguraba no haber recibido ninguna notificación.
Las limpiadoras continúan, no obstante, con su actividad normal en el hospital y la concentración de ayer fue una representación de su malestar que hicieron durante el tiempo libre que se les concede para el desayuno.
Los trabajadores esperan ahora que Ingesa les dé una respuesta con la mayor brevedad posible para poder continuar en la mesa de negociación con la empresa y lograr que sus peticiones se hagan realidad.