José Pedro Pomares ha asegurado, durante el pregón de Pentecostés organizado por la Hermandad del Rocío de Melilla, que habría que potenciar “el amor en todas sus facetas”, particularmente entre las personas, hacia la Virgen del Rocío y hacia las hermandades, en particular hacia esta.
Para Pomares, es un “orgullo” haber sido seleccionado para leer el pregón, sobre todo, según ha dicho, cuando lo han precedido “grandes pregoneros de Andalucía”. “Es como ponerme a esa altura y eso siempre enorgullece a uno”, ha recalcado.
Así, aunque se pasen nervios en un acto tan importante para los cristianos como este, al final no hay vuelta atrás y a cualquier rociero, ha indicado, le sienta bien que se acuerden de él.
Los 50 días de la resurrección
Cabe recordar, como ha anotado la hermana mayor, Toño Algarra, que la fiesta de Pentecostés conmemora los 50 días de la Resurrección del Señor, la hora del Espíritu Santo, cuando se hizo paloma. Por eso llaman a la Virgen, ha explicado, la Blanca Paloma.
El acto, que no ha estado acompañado de una misa, precede al traslado del Simpecado, que se realizará este domingo desde la casa de hermandad, próxima del Foso del Hornabeque, pasando por la Iglesia Castrense hasta llegar al Sagrado Corazón. El recorrido comenzará a las 13:00 horas.
El Triduo y la función principal
Estas celebraciones continuarán con el llamado Triduo, los próximos martes, miércoles y jueves-16, 17 y 18 de mayo-. En el Triduo, habrá, cada día a partir de las 19:00 horas, un rato de adoración eucarística, un momento para el rezo del rosario, unas oraciones a la Virgen del Rocío y, a continuación, una misa.
Serán tres días de preparación para la función principal del sábado.
Y es que, tal como ha declarado Pomares antes de pronunciar el pregón, nos encontramos en mayo, “mes de María y mes de la Romería”, con lo que se trata de un tiempo muy especial para los cristianos.