La situación de la plantilla que trabaja en la residencia de mayores no mejora y es por ello que los sindicatos de la ciudad se han manifestado este miércoles 29 de marzo, junto a los empleados del centro, para seguir pidiendo soluciones a los responsables.
Trabajadores y representantes sindicales y del comité de empresas han protestado por las condiciones en las que se encuentra el centro con carteles en los que se podía leer "salvemos a la residencia", "sin personal no hay calidad" o "aquí no hay quien trabaje" pidiendo explicaciones y un arreglo que debería llegar "lo antes posible".
Esta es la primera concentración de la serie de convocatorias de protesta que hay convocadas para el 4, el 12 y el 19 de abril, que se sucederán si este problema sigue sin resolverse.
La gestión de la residencia depende de la Delegación de Gobierno, cuya titular es Sabrina Moh.
Sobrecarga de trabajo
Plantilla y sindicatos se quejan de que “no se puede ofrecer un buen servicio”, ya que la residencia debería contar con unas 165 personas, pero en la actualidad la cifra no llega ni a los 130 para atender a “unos 92 usuarios”.
Ahora mismo, la media de residentes que atiende cada trabajador del centro está en unas 10 personas por cada miembro de la plantilla, lo cual supone una carga de trabajo considerable.
Las principales reivindicaciones del personal de la residencia son, por tanto, que se contrate a más personal, sobre todo, en el ámbito sociosanitario; que se repongan, además, el resto de bajas y que se consiga que todos los módulos “tengan el personal que tienen que tener”.
La residencia cuenta con 4 de estos módulos y cada uno puede albergar, aproximadamente, a unas 17 o 18 personas. “Cuando una compañera termina en uno, se va a otro a ayudar”, destacan desde la plantilla.
Otra de las reclamaciones que se hacen a la Administración es que, a pesar de no entrar más empleados, “sí que siguen entrando nuevos residentes” con el añadido de que “la mayoría son grandes dependientes”, lo que supone, a su vez, una carga de trabajo añadida y específica.
También, según comentan desde la plantilla de la residencia, cuando más se echa en falta más personal es en los fines de semana.
Según Fermín Martínez, presidente del Comité Provincial de Personal Laboral “en un día normal hay 3 turnos de 7 horas y media para 14 auxiliares de enfermería por planta”, pero que “hay veces que no hay ni 7 trabajadores”.
“Es más, es que el comedor se tiene que cerrar los fines de semana por falta de camareros y limpiadores”, ha destacado el representante del comité.
Ante esta situación son “los propios compañeros” los que tienen que encargarse de darle de comer a los residentes en sus habitaciones “de la mejor manera que pueden”, han comentado los trabajadores del centro.
En palabras de Martínez, son 40 las plazas que quedan por adjudicar para completar el personal del centro.
Eso provoca que el trabajo se tenga que repartir entre todos los compañeros y se produzca la sobrecarga de trabajo por la que están protestando tanto los sindicatos como las personas que trabajan en la residencia.
Los Planes de Empleo no dan solución
Los propios trabajadores del centro dicen que “los Planes de Empleo no solucionan nada”.
“Esas personas duran en el centro 6 meses y hasta el año siguiente, que es cuando vuelven a entrar, nada”, dicen dos trabajadoras de la residencia presentes en la concentración.
Además, los trabajadores que entran desde estos planes son “personal de apoyo” y “no se les puede exigir lo mismo que a los trabajadores del centro”.
“Los planes de empleo no arreglan esta situación, el problema es con las plazas estructurales y harían falta unas 35 entre todas las categorías por lo menos”, ha añadido Fermín Martínez. Esto supondría un incremento de, aproximadamente, un 25% de la plantilla.
Problema enquistado
La situación, tal y como dicen los representantes sindicales “es insostenible”.
“Es un problema que lleva bastante tiempo enquistado, porque antes se cubrían las bajas, pero ya no”, comentan.
Óscar Molina, delegado sindical en la Administración General del Estado ha dicho que “al final se han visto obligados a salir en esta convocatoria por la falta de respuesta por parte de la Administración”.
Además, desde la propia plantilla aseguran que las compañeras “están muy quemadas” y que “después de llevar 25 años trabajando en la residencia, ya no pueden más”.
“Esto se da o bien por el atraso en la falta de empleo público o bien porque estas plazas, en concurso de traslado, se han ofertado para otros ministerios y no se ha pedido ninguna para el centro”, ha añadido Martínez.
Esta situación según decían en la concentración hace que los puestos para trabajar en la residencia “dejen de ser apetecibles” y provoca que no se haya recibido “ni una sola solicitud” desde hace tiempo.
Además, en medio de toda esta problemática, se espera un cambio de director en el centro, aunque ninguno de los representantes presentes en la concentración ha podido precisar quien será, ya que “aún no lo han comunicado con certeza”.