El escritor y profesor de Filosofía en el IES Virgen de la Victoria y en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Juan Carlos Cavero ha asegurado que, 47 años después de la Marcha Verde en el Sáhara Occidental, la Organización de Naciones Unidas (ONU) “tiene que reconocer su fracaso”, dado que va todo ese tiempo esperando un referéndum que aún no ha llegado.
Por este motivo, según ha afirmado, “hay mucha gente sufriendo en los campos de refugiados, porque la guerra sigue y, aunque esté muy callada, hay conflictos casi a diario”.
Para el autor del libro, el acuerdo entre los gobiernos español y marroquí para establecer una autonomía del Sáhara Occidental dentro de Marruecos “es una opción más”, pero “lo más importante”, ha dicho, es “que realmente se respete la dignidad del pueblo saharaui”.
Cavero ha asegurado, de hecho, que ese es uno de los motivos por los que ha reeditado el libro sobre el que se ha debatido este viernes en el centro asociado de la UNED en Melilla -dentro del ciclo 'La casa de la palabra rifeña'-, titulado El jardín de la ira, ya que, tras su publicación en 2007, había asuntos que actualizar. No obstante, para Cavero, quien vivió en la zona entre los años 1970 y 1975, esta propuesta ya se realizó entonces, sólo que con una autonomía que dependiera de España con la posibilidad de decisión posterior por parte del pueblo saharaui, pero la idea fue rechazada por el Frente Polisario. “O sea, que siempre ha estado en el ambiente”, ha proseguido el escritor, a quien la propuesta actual le parece “interesante”, como cualquier otra que pudiera surgir.
El libro sobre el que se ha debatido se centra, precisamente, en aquella época, y mezcla rasgos autobiográficos con “vidas paralelas”, según el autor, quien tenía la “necesidad” de plasmar el sentimiento propio y el de las personas que conoció allí y “dejar grabado en la historia” aquel momento que ahora parece que “se da por olvidado”, hasta el punto de que le da la impresión de que las instituciones “daban por hecho que iba a arreglar solo” y, sin embargo, han pasado 47 años desde la Marcha Verde y el problema aún no se ha resuelto.
Aunque Cavero nació en Madrid, su padre era militar y fue destinado en tropas nómadas en El Aaiún, por lo que su hermana nació allí y él vivió entre los 11 y los 15 años en la zona. Para él, dice, “fue una gran experiencia”, ya que le hizo despertar al mundo en un entorno completamente diferente a aquel al que estamos acostumbrados”.