El Faro visita esta vez la cafetería-bar Kursaal, donde explican qué tapas ponen con la bebida mientras se prepara el plato principal. Tarek, que lleva ocho meses de camarero ahí, nos lo cuenta.
Situado en pleno centro de la ciudad frente al teatro que lleva el mismo nombre, este amplio local con terraza tiene como especialidad platos combinados, pizzas y sandwiches.
Mientras los clientes esperan el plato principal, con la bebida ponen tapas para picotear. Estos son la ensaladilla rusa, que lleva bocas de mar, huevo, patata entre más ingredientes. También tienen lo que es un perrito mocky, que tiene lomo, queso y tomate; y patatas chips con anchoas. Este último plato es el que más piden los clientes.
Luego pueden ofrecer además huevos rellenos de atún o un perrito Kursaal, compuesto por atún, tomate y queso.
Para aquellos que prefieran el picante, existe la posibilidad de tomar unas papas bravas, a las que le echan salsa gaucha. Y por supuesto no pueden faltar las tapas de croquetas o las aceitunas, por si alguien quiere algo más sencillo.
Tarek dice que sus favoritas son las bravas por ese toque picante. “Las probé la primera vez que vine a trabajar aquí y desde entonces se las recomiendo a todo el mundo”, afirma.
Por lo tanto, “mientras que espera la gente, le ofrecemos una tapita fría o caliente y así degustan con la familia y charlan entretanto que sale la comida”.
De platos fuertes, el recomienda el pollo empanado. Recalca además que tienen comida para celíacos, como lasaña o pasta.
Para empezar el día, tienen un menú de tostadas con dos churros más el café y otro de dos huevos con atún y queso. “Es lo mejor que hay”.
Tarek pone en valor que es un lugar donde se puede acudir en familia o estar tranquilo. Ya sea para desayunar, comer o cenar sus puertas están abiertas.