Pese al secretismo de las reuniones mantenidas en los últimos tres días, el punto de ruptura entre ambas partes continúa siendo el retraso de la edad de jubilación.
La falta de acuerdo entre el Gobierno y las formaciones sindicales durante las negociaciones que han mantenido en los últimos días podría ser el inicio de una serie de protestas por parte de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), ya que ambas celebrarán mañana sendos Consejos para determinar las medidas a tomar si a lo largo de hoy no se alcanza un entendimiento, algo que en vista de como se han desarrollado las conversaciones parece bastante probable.
Consejos
De este modo, integrantes de ambos sindicatos en Melilla se desplazarán mañana a Madrid para participar en la toma de decisiones, de las cuales la primera podría ser la celebración de una manifestación multitudinaria antes de que finalice enero. Además, como han advertido las dos formaciones en pasadas ocasiones, la situación podría provocar la convocatoria de una segunda huelga general.
Y es que el principal punto de desacuerdo entre ambas partes el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. Aunque apenas han trascendido detalles sobre la reunión a causa de su secretismo, la ausencia de noticias en los últimos días indica claramente que aún existen discrepancias. No obstante, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló ayer mismo la voluntad del Ejecutivo central para seguir negociando con los sindicatos hasta alcanzar un pacto.
Menos optimistas se muestran desde los sindicatos, pues en días pasados la secretaria general de CCOO en Melilla, Caridad Navarro, expresó en este medio de comunicación su escepticismo por la actitud demostrada por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, pues consideró que su política ha virado completamente en favor de los intereses de la patronal.
Movilizaciones
De igual modo, reseñó que su apuesta, en caso de que fracasen las negociaciones, es la de movilizar a la sociedad.
Sobre el caso concreto de Melilla, apuntó que, debido en parte a la gran cantidad de empleados públicos, los efectos de las medidas del Gobierno no redundan tanto en la sociedad, aunque advirtió que Zapatero “seguirá haciendo concesiones a los poderes fiscales, y que tales iniciativas tendrán consecuencias sobre la España que dejaremos a nuestros hijos”.