Desde las cinco de la tarde de este lunes, una decena de coches guardaba fila en la circunvalación de Melilla, en dirección a Barrio Chino, a la espera de la reapertura de la frontera para poder acceder a Marruecos y ser los primeros en renovar la tarjeta verde, imprescindible para circular por el país vecino.
No lo han tenido fácil porque se colocaron en esa zona por indicación de la Policía Local, pero sobre las nueve de la noche la Guardia Civil les dijo que no podían estar en ese sitio.
En declaraciones a El Faro, los melillenses que esperaban impacientes a la reapertura de la frontera comentaron que se han cambiado tres veces de lugar porque las autoridades los han estado mandando de un lugar a otro.
Del otro lado de la frontera, les esperaban sus familiares, deseosos del reencuentro tras dos años y dos meses de separación, justificada por los gobiernos de España y Marruecos por "motivos sanitarios".
"No pienso perder ni un minuto más", comentó a El Faro un melillense que estaba el primero de la fila para salir a Marruecos con su coche. Él confiesa que en todo este tiempo sin ver a su familia ha sufrido ansiedad y depresión.
Otro de los que guardaba cola contó a este diario que justo cuando se jubiló cerraron la frontera y allí tiene casa, familia y amigos y de ahí sus inmensas ganas de ser de los primeros en cruzar a Marruecos.
Todos los que a esa hora estaban esperando para entrar en Melilla coinciden en señalar que echan de menos a los suyos y que ya no pueden esperar ni un minuto más.
En un primer momento se dijo que en cuanto abriera la frontera sólo se dejaría pasar a transeúntes y que gradualmente se autorizaría el paso de vehículos. Este punto no lo aclaró este lunes la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, que en declaraciones a la prensa dijo que Marruecos se ha comprometido a agilizar todo el proceso de renovación de la tarjeta verde que en Melilla todo el mundo tiene caducada en estos momentos.
Sobre las diez de la noche de este lunes había expectación máxima en las inmediaciones de Beni Enzar, donde muchos esperaban para cruzar a pie y entrar en Marruecos.