Ha costado, pero finalmente el rey Felipe VI ha decidido pronunciarse sobre la crisis con Marruecos, el único país que no ha enviado a su embajadora a la tradicional recepción del cuerpo diplomático, celebrada este lunes en el Palacio Real de Madrid.
En sintonía con el discurso de agosto de 2021 con el que Mohamed VI manifestó su deseo de abrir "una nueva etapa inédita" con España, el monarca español animó a "caminar juntos" para materializar ya "la nueva relación" entre los dos países.
A los incondicionales de la corona española, las palabras del rey don Felipe nos parecen contundentes. De la manera más elegante del mundo ha venido a decirle a su homólogo marroquí que el camino hacia la reconstrucción de las buenas relaciones no puede hacerlo España en solitario y que ya es hora de pasar de las buenas palabras a la acción. Ya está bien de dimes y diretes: hay que ponerse manos a la obra, si de verdad se busca rebajar las tensiones.
Mucho ha tardado nuestro rey en tocar el tema de Marruecos. Ni siquiera se pronunció tras la felicitación que Mohamed VI envió por el Día de la Hispanidad, en la que prometía trabajar para elevar el nivel de las relaciones con España. Después de casi dos años midiendo los tiempos, la Zarzuela ha entendido que ya ha llegado la hora de enviar un mensaje público a Rabat.
Las palabras del rey Don Felipe llegan en un momento en el que en las dos ciudades autónomas hemos perdido la esperanza y hasta un poco la ilusión por la reapertura de la frontera. Poco a poco ha ido calando la idea de que estamos mejor sin Marruecos o de que esto va para largo. Esta semana los vecinos de las inmediaciones de Beni Enzar comentaban a El Faro que están mejor desde que se cortó el tráfico fronterizo.
En Ceuta lo tienen más claro que en Melilla. Allí la Delegación del Gobierno anunció este lunes que la frontera no abrirá por la pandemia y apuestan por aprovechar la coyuntura para entrar en la Unión Aduanera, pero aquí el Gobierno local no está por la labor porque considera que lo ideal es mantener las ventajas fiscales que tenemos en la actualidad y que, según defienden, no podrían mantenerse, como lo ha hecho Canarias, si llegáramos a entrar en la Unión Aduanera.
Lo cierto es que de alguna manera somos muchos los que damos por hecho, a día de hoy, que la apertura de la frontera no está a la vuelta de la esquina, pese a que sabemos que del otro lado, a pesar de lo que diga la propaganda marroquí, hay muchas familias que lo están pasando francamente mal.
El Banco Mundial avisó este 13 de enero de que el crecimiento económico se ralentizará en Marruecos en 2022 motivado por un hundimiento de la producción agrícola. De esta forma, el PIB se quedará en un 3,2% frente al 6,7% que creció en 2021, si damos por buenos los datos oficiales del Gobierno de Rabat.
Las previsiones económicas de Melilla no están para tirar cohetes. El encarecimiento de la cesta de la compra que se viene constatando en toda España, aquí alcanza tintes escandalosos. No es de recibo pagar un kilo de kiwis a 6 euros. Ese ritmo es insostenible.
Melilla está presa de la inacción y el sobresalto. La lluvia de millones de Europa no se nota y tiene que notarse porque no estamos ante inversiones fantasma. Hay dinero y deberíamos aprovecharlo para al menos dar los primeros pasos hacia un futuro más europeo que africano.
Hay que hacerlo no porque reneguemos de nuestra situación geográfica sino obligados por las circunstancias. Si el clima en el Magreb sigue enrarecido no podemos tender la mano infinitamente a Marruecos. Más gestos de los que ha hecho España, ya es imposible. Estamos básicamente rayando el ridículo. Sólo faltaba que el rey moviera alguna pieza. Ha tardado, pero finalmente lo ha hecho. Puede que la buena sintonía entre las casas reales ayude a romper el hielo que para el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, es ya un iceberg en el que se empotra a diario.
Pretender vender que las relaciones entre Marruecos y España son idílicas es una soberana estupidez. Para resolver un problema hay que empezar por reconocer que lo tenemos. Negar lo evidente sólo sirve para que se nos llenen las aguas de Melilla de pescadores y piscifactorías ilegales.
La labor de disuasión de la Armada, patrullando las aguas de Melilla, ha venido a tranquilizar a la gente de esta ciudad que siente que ha sido abandonada a su suerte. No hay confianza en el futuro y tenemos que confiar en que todo tiempo futuro tiene que ser mejor.
Sabíamos que tarde o temprano iba a desaparecer el comercio atípico. Sabíamos que cuando ese momento llegara lo íbamos a pasar mal, pero no estábamos preparados para pagar los productos importados a precios de la península. Todo es cuestión de adaptarse. Estamos ahora haciendo la transición. No hemos sufrido desabastecimiento y la inflación ha subido en todas partes. Esto hay que remontarlo, pero no con buenas palabras. Sino con gente capaz de sacar adelantes proyectos políticos, económicos y sociales renovados.
No vale la pena contestar las idioteces de la propaganda de agentes del expansionismo, aliados del sionismo.
Señora, es del Pueblo Saharagui.
Señora, es del Pueblo Saharagui.
Con lo fácil que es decir que el Sáhara es marroquí, lástima.....
Con lo bien y claro que se ve los días de poniente desde las faldas del Gurugu el hospital comarcal y el nuevo hospital universitario de Melilla y los vecinos marroquíes que no pueden entrar a Melilla española a disfrutar gratis de él...lástima Alicia o mejor dicho Mimouna.
Amigo, no se llama Mimuna: se llama Kahbuna Maghrebia... ¡Viva el Sáhara libre! Y qué a gusto estamos con la frontera cerrada, con el Hospital Comarcal sin saturación y sin la chusma magrebí pululando por las calles de Melilla
Mira señor Alicia o más bien mr. Malicia ya que hablas de lectores del foro a los que acusas de travestir su nombre...aplícate el cuento!!!
Todas estas historias que nos cuentas nos parecen extraordinarias y nos alegramos muchísimo como vecinos que respetan sinceramente a sus vecinos de Nador que ojalá todos esos megaproyectos funcionen bien y puedan traer empleo y prosperidad a la provincia de Nador y a Marruecos en general.
Ahora bien...no solo de megaproyectos vive el ciudadano de a pie, el trabajador u obrero para que entiendas, y pagar frutas a 20 dh kilo en Marruecos puede equivaler a un tercio o poco menos del salario de un obrero allí, igual eso te parece poco a ti que te presentas como médico, pero para un currante hazme caso es un lujo comer fruta a ese precio. Entonces que nos cuenta usted? Leemos con atención el informativo Nadorcity y las cosas en la región de Nador no son tan " bonitas como usted dice" y el futuro parece bastante negro hoy día para la gente humilde y trabajadora, con suicidios incluidos. Ese futuro es el que debe unir a melillenses y nadorenses,la búsqueda de vías de prosperidad compartida y no estupidos rencores ni discurso lleno de odio y malos deseos para gente que tradicionalmente se ha respetado y apoyado más allá de diferencias entre gobiernos que puedan ser más o menos legítimas.