El jueves se hizo el avistamiento lunar para saber si Ramadán comenzaba el viernes o el sábado, pero finalmente ha sido hoy, el sábado 25 de abril, cuando da comienzo la celebración del mes sagrado para la comunidad musulmana. Así lo confirmaba ayer el Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos, cabe recordar que la comunidad musulmana de Melilla y Ceuta siguen las bases fijadas por nuestro país vecino en cuanto al mes del ayuno; y la comunidad del resto de la península las indicaciones que se dan desde Arabia Saudí, donde Ramadán da comienzo un día antes.
Este año la celebración de Ramadán será especial y quedará marcada por la pandemia del coronavirus, como ha sucedido con celebraciones de otras confesiones, como ha sucedido con la Semana Santa en el caso de la comunidad cristiana o con el Pésaj, de la judía, que tuvieron lugar también este mes de abril. La comunidad musulmana ahora debe adaptar sus tradiciones para cumplir con las normas del confinamiento decretado por el Gobierno y con las medidas sanitarias.
Las circunstancias hacen que esta vez los rezos de las mezquitas se hagan todos en los hogares, porque el templo tiene sus puertas cerradas; y que las reuniones familiares de la ruptura del ayuno sean un poco más íntimas y junto a todos los que se encuentran en casa. Aunque no hay que olvidar que en este tiempo de confinamiento la tecnología está de nuestra parte y que aunque no se pueda compartir una comida con los seres queridos, sí que se puede hacer una videollamada para ver cómo están esas otras partes de la familia.
Cabe señalar, que aunque la celebración este año sea más íntima y más cercana, el Rastro tiene cierto movimiento gracias al mes sagrado del ayuno, ya que estos días en las calles de este céntrico barrio melillense muchos ciudadanos han acudido a las tiendas de alimentación para llevarse dulces, panes, dátiles o alguno de esos ingredientes necesarios para esa receta típica de de ramadán para cuando caiga el sol. Cierto es que salen a comprar con las medidas de seguridad pertinentes, guardando su distancia de seguridad y protegidos con guantes y mascarillas.
El mes de ramadán es el más importante para los musulmanes que se encuentran en todo el mundo y uno de sus principales cometidos es que los miembros de esta comunidad sientan la solidaridad, la convivencia, la tolerancia y la fraternidad. Unos objetivos que los buenos fieles son capaces de cumplir ya que, como contaba a El Faro un experto ese estudios religiosos, el islam tiene capacidades para poder adaptarse a cualquier circunstancia.