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La simulación cuenta con la participación de varios organismos locales, estatales, civiles y militares
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El miércoles 1 de marzo se realizará una exhibición pública
El aterrizaje de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en el aeropuerto militar de Melilla, marcó el inicio del simulacro multiriesgo de emergencias nivel 2 que se lleva a cabo con el objetivo de garantizar la prevención, eficacia y operatividad de los planes de actuación en situaciones de riesgo. Esta simulación pretende mejorar la coordinación entre las distintas unidades operativas que participan en estas circunstancias.
Los ejercicios de este programa se desarrollarán hasta el 2 de marzo, y contarán con una exhibición de numerosos medios de búsqueda y rescate, cinológicos y vehículos, que tendrá lugar mañana, miércoles 1 de marzo, de 16:00 a 20:00 horas en la plaza multifuncional de San Lorenzo.
En esta simulación participan organismos locales y estatales, civiles y militares, que normalmente tienen que colaborar en labores de rescate y evacuación. La práctica cuenta, de este modo, con la participación de la UME, de la Policía Local, de los Bomberos, de Protección Civil y de 112 Emergencias, en colaboración con la Policía Nacional, la Guardia Civil, Ingesa y la Cruz Roja.
Rescate y evacuación
El simulacro recrea numerosas actividades de riesgo, entre las que se destaca una serie de rescates acuáticos en la playa, apuntalamiento de edificios con riesgo de derrumbamiento tras un terremoto, la simulación de un incendio en el puerto y la evacuación de personas aisladas por desprendimientos en los acantilados de Aguadú. Uno de los ejercicios recrea también la caída de un tramo de la valla fronteriza con Marruecos.
Estas prácticas permitirán detectar posibles contratiempos que pondrán a prueba la agilidad, coordinación y rapidez de respuesta de los equipos participantes.
Las claves
Seísmo. Simulación de un terremoto. La recreación de esta catástrofe natural permite poner en práctica capacidades y equipos muy diversos, tal y como sucedió el 25 de enero de 2016, que dañó varios edificios de Melilla