Hay periodistas que se juegan el físico por contar la noticia y Jesús Blasco es uno de ellos. El melillense lleva desde 1997 informando al límite de lo que ocurre en la frontera entre Melilla y Marruecos. Confiesa que lo que le gusta “es estar en primera línea”.
Su constante insistencia y dedicación por contar el drama que viven miles de inmigrantes le ha valido para ganar el Premio Nacional de periodismo Derechos Humanos en 2013, pero también para tener frecuentes problemas con las fuerzas de seguridad, tanto españolas como marroquíes.
“La primera vez que me detuvieron en Melilla pasé una gran tensión”, recordó Blasco. Según cuenta, el trato recibido fue una “humillación muy grande”, pero le preparó para las próximas veces. También ha sido arrestado por la Policía marroquí, quienes, según opinó Blasco, “no sabes cómo van a reaccionar”.
Ya sea en televisión, radio, prensa, fotografía... Blasco ha llevado la imagen de Melilla a los medios de comunicación de medio mundo. “He trabajado con TV y radios de todos los continentes, tres de éstas con Korea”, concluyó este profesional, ahora free lance.