El sector de Enseñanza del sindicato CSI-F en Melilla lamentó ayer que el debate sobre la violencia en los centros educativos sólo se abra cuando se producen tragedias como la muerte del pequeño Diego, el menor de 11 años que se suicidó en octubre pasado en Leganés por un presunto caso de acoso escolar.
Por eso la organización sindical critica que el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar no se haya reunido en los últimos cuatro años.
Una de las 70 medidas del plan aprobado por el Gobierno es reactivar y hacer más operativo este órgano colegiado del que forman parte el ejecutivo, las comunidades autónomas, ayuntamientos, sindicatos, asociaciones de padres y alumnos y el Defensor del Pueblo. Ninguna de estas medidas han sido acordadas los sindicatos.
En opinión de CSI-F, el acoso escolar se ha incrementado en las aulas por el aumento de la ratio, del horario lectivo y la falta de personal.
Como sindicato, insisten desde CSI-F, se comprometen a facilitar formación e información sobre el acoso escolar. En esta línea pedirán más cursos formativos en nuevas tecnologías para prevenir el ‘ciberbullying’. Además se ponen como meta organizar un curso de los que entran en los convenios con el Ministerio de Educación sobre el acoso escolar.
CSI-F pide además que se actualicen los planes de convivencia en los centros escolares.