Los padres y madres de los alumnos de infantil del colegio Real están de enhorabuena. Sus demandas han sido escuchadas y sus hijos abandonarán el centro a partir del próximo curso, tal y como anunció ayer la directora provincial de Educación, Elena Fernández Treviño. Las familias ya lo sabían porque ella, junto con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, y técnicos de la Administración del Estado se reunieron con el colectivo afectado para informarles de las decisiones adoptadas.
De ese modo, será en septiembre de este año 2025 cuando estos escolares, los más pequeños de todo el sistema, pasen a las aulas del Encarna León entre tanto su colegio, de casi un siglo de antigüedad, es objeto de mejoras y, sobre todo, de la retirada del amianto de la cubierta, origen de todo este conflicto que venía durando ya varios meses.
Sabrina Moh ha asegurado que el Ministerio de Educación se encargará de quitar ese techo en 2026 y también llevará a cabo obras de renovación del edificio, que está en un estado bastante deplorable. Por lo tanto, las protestas, concentraciones y manifestaciones de la AMPA del colegio han tenido un efecto importante en estas decisiones, que se adoptan a pesar de los informes técnicos solicitados, que indican que no hay riesgo alguno de salud pública por ese amianto.
Lo que ocurre ahora es que esos niños tendrán que trasladarse prácticamente al punto opuesto de la ciudad para poder ir al colegio. El Encarna León está lejos del barrio del Real, del que prácticamente son todos estos alumnos, pero es el único que ofrece espacio suficiente para acogerlos porque estamos hablando de casi doscientos pequeños repartidos en estos momentos en nueve aulas.
La Ciudad Autónoma, a través de la Consejería de Educación, ha expresado ya su decisión de colaborar en esta cuestión facilitando el transporte para esos niños, tal y como se comprometió en una reunión mantenida con los representantes de la AMPA. Lo que también ha señalado el consejero en cuestión, Miguel Ángel Fernández, es que la noticia del traslado ha sido "una sorpresa" porque nadie les comunicó la decisión adoptada, si bien dejó claro que se alegra por esta solución, satisfacción que también ha compartido el sindicato CSIF.