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El consejero responde a Guelaya que se excavará en el terreno, sin interrumpir la marcha del agua
El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, aseguró a El Faro que el estanque proyectado en la desembocadura del río de Oro no supondrá “ningún obstáculo” para la marcha del agua. “Ni nosotros ni la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir lo aprobaríamos”, subrayó, en respuesta al escrito que Guelaya-Ecologistas en Acción presentó ayer en su consejería para exigir la paralización del proyecto.
Quevedo detalló que el proyecto presentado esta semana por la Ciudad contempla que la lámina superior de agua del estanque esté al nivel del fondo del río. “Los cincuenta centímetros son hacia abajo, profundizando en el terreno”, señaló el consejero.
Respondía así a las declaraciones de la presidenta del grupo ecologista, Rosa González, que consideró que este estanque se convertirá “en un obstáculo para la marcha del agua en el caso de una tormenta” y lo calificó como “una barbaridad”.
El consejero indicó a este diario que se pondría en contacto con el colectivo porque considera que no han entendido bien el proyecto. “No hay ningún obstáculo, como es lógico”, afirmó rotundo.
Hay que recordar que el proyecto incluye un estanque de 720 metros cuadrados con varias fuentes que estarán iluminadas. La obra incluye la reforma del suelo y se prevé un cambio en las paredes laterales, subiendo la altura del muro del río.
En contra de “cementar”
Pero en Guelaya no ven el proyecto con buenos ojos: “Cuando se trata de cauces, cementar, lejos de disminuir, aumenta los problemas que provoca el agua”, aseguraron ayer desde el colectivo.
“El cemento evita la dinámica natural del agua en caso de riada, y provoca una aceleración del caudal peligrosa tanto para las infraestructuras, como puentes, pilares...como para las personas”, recalcaron.
Por otro lado, también consideran que “artificializar” el cauce evita la regulación natural del ecosistema fluvial. “Al quitar el carrizal, las aves que anidan y se refugian en él, cuyo principal alimento son los mosquitos, tienen que marcharse, haciendo que la población de mosquitos se dispare”, añadieron.
Más mosquitos
Además, aseguraron que otras aves que dependen directamente del barro para hacer sus nidos, como golondrinas, vencejos y aviones, “son nuestros mejores aliados contra los mosquitos”, recordando que en anteriores ocasiones en las que “se han sepultado” con cemento tramos del cauce donde recogían el material para sus nidos “la consecuencia directa ha sido el aumento de estos insectos hasta convertirse en plaga”.
También recuerdan que la Directiva de Aguas de la Unión Europea da instrucciones a la hora de actuar en cauces hidrológicos resaltando que “conservación y restauración ecológica deben primar sobre cualquier otro factor”.
“Esta obra incumple claramente esta directiva europea, máxime cuando pretenden empezar en mayo, en plena época de cría, lo que indefectiblemente va contra la ley 43/2007 que, entre otras cosas prohíbe molestar o dañar a las aves en época de cría”, explicaron.
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