El envase de un bollo edición especial de San Valentín que muestra dibujos de parejas, hombres y mujeres enamorados, ha desatado la polémica en Marruecos, con críticas en las redes sociales por encontrarlo inmoral y llamadas al boicot, frente a los defensores de la libertad de expresar sentimientos como el amor.
Se trata de una magdalena con cobertura de chocolate llamada Merendina, muy popular en Marruecos y que se puede encontrar en todas sus tiendas de ultramarinos. La marca, perteneciente a la estadounidense Mondelez International, sacó una edición especial para el Día de los Enamorados con cinco dibujos diferentes.
En uno de ellos se ve a una pareja, de espaldas, sentada en un banco, ella con pañuelo y él con su brazo por encima de su hombro, así como unos corazones sobre sus cabezas y el mensaje, escrito en el dialecto marroquí "darija": "Estás siempre en mi corazón".
En otros cuatro aparecen solos chicos o chicas, todos de espaldas sentados en el suelo, con corazones y leyendas como "Te quiero", "Te echo de menos" o "No puedo olvidarte".
Estos envases despertaron en los últimos días el rechazo de comerciantes y clientes en las redes sociales marroquíes. "La dignidad del comerciante está por encima de cualquier consideración", se lee en uno de esos mensajes junto a la fotografía de una caja de merendinas tachada con un aspa.
En otra publicación se ve, sobre la caja de magdalenas de una tienda, un cartel manuscrito que dice: "No está disponible para la venta porque incluye frases que atentan a la moral".
En el zoco de la ciudad antigua de Rabat, un comerciante consultado por Efe coincide con ellos: "Ya no vendo Merendina porque han puesto estas frases, y no puedo vender un producto a un hermano musulmán que tiene este tipo de frases", afirma.
Estos mensajes, que suscitan el apoyo de un sector de la sociedad marroquí que llama al boicot, son rechazados por otros y se mezclan con memes que han ido circulando en los últimos días por las aplicaciones de mensajería intentando destacar, desde el humor, la inocencia del mensaje de Merendina.
Entre los que apoyan la campaña de publicidad, una empresa dedicada a facilitar dominios web que ha ofrecido gratis uno a la marca de bollos, donde se lee un texto con el mensaje "Difunde amor, no odio" recordando que, para los marroquíes, las merendinas son "un recuerdo de la infancia".
"El mayor fan de Merendina", "los marroquíes que están en contra de Merendina son hipócritas" o "¿desde cuándo el islam prohíbe el sentimiento del amor?" son algunas de las frases de apoyo a la campaña que se pueden leer en las redes.
Para el sociólogo marroquí experto en extremismo Halim Madkuri, esta ola de crítica proviene del sector islamista conservador, que intenta "resistir a cualquier cosa que desafíe sus valores".
"Hace un par de años, cuando este tipo de gente salía a criticar estos acontecimientos, el resto de la gente se quedaba inactiva, no decía nada, pero ahora vemos que la gente se está resistiendo", explica a Efe al teléfono desde Holanda, donde reside.
"Se está produciendo un cambio, los marroquíes están deseando tener otro tipo de vida y eso es lo que hace que estos grupos se enfaden, por eso reaccionan así", afirma, aunque reconoce que en la sociedad del país magrebí "hay un factor conservador y tradicional que seguirá existiendo y que siempre intentará resistirse al cambio".
Casi me quedo preñada viendo la pegatina….
En Marruecos no cagan, no se tiran pedos y no fornican. Menos mal que la pegatina del bollo de marras lo van a quitar y así estaremos libre de pecado.
La verdad que a mi me ha excitado vamos que me pone y viéndolo me vienen pensamientos sexuales🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣 vaya Gelipollez.
¿Qué podemos esperar de un país social y religiosamente anclado en la Edad Media? Qué polémica tan estéril, con la de problemas serios que tienen nuestros vecinos. Qué país tan atrasado, qué mentalidad tan cerrada tiene esa gente; no me extraña la asfixia que sienten muchos allí (no sólo económica, sino también religiosa, cultural, social) y todo el que puede huye como las ratas de ese atrasado NarcoEstado feudal y medieval. ¡Qué horror de país!