Nueva Melilla ha solicitado formalmente al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) que el antiguo Hospital Comarcal de Melilla sea reconvertido en un Hospital Materno Infantil de titularidad pública. Así lo ha manifestado el coportavoz de esta organización, Isaac Fernández Atencia, quien ha defendido que la ciudad necesita una infraestructura sanitaria especializada que responda a su perfil demográfico y sanitario.
La propuesta llega en un momento clave, cuando aún no se ha definido de manera oficial el destino del antiguo hospital. Nueva Melilla considera que no se puede seguir demorando una decisión estratégica sobre un espacio clave para el sistema de salud local. A su juicio, un hospital materno-infantil permitiría separar los servicios de ginecología, obstetricia y pediatría del Hospital Universitario actual, favoreciendo una atención más especializada y humanizada.
Entre los argumentos presentados por Fernández destacan los datos de natalidad de Melilla. Aunque la ciudad ha registrado un descenso en los nacimientos en los últimos años (771 en 2023 frente a los más de 1.500 registrados en 2015), mantiene la tasa de fecundidad más alta del país, con 1,56 hijos por mujer en 2022. Además, durante los dos primeros meses de 2025 se ha producido un repunte del 15% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
“La ciudad necesita un hospital que nazca con su gente, que acompañe a sus mujeres y sus niños”, señaló Fernández Atencia, defendiendo que este centro debería incluir no solo áreas de partos y neonatología, sino también servicios de seguimiento infantil, vacunación, prevención de enfermedades congénitas y asesoramiento reproductivo.
Asimismo, Nueva Melilla ha mostrado su rechazo “frontal” a las propuestas de Vox Melilla y Somos Melilla, que abogan por destinar el edificio a usos privados, como el alquiler a empresas sanitarias o su conversión en residencia. La formación considera que estos planes representan una amenaza al uso público del inmueble y una cesión del derecho a la salud a intereses lucrativos.
Desde su punto de vista, convertir el antiguo hospital comarcal en un centro materno-infantil no solo es viable, sino que supondría una inversión con retorno social y sanitario. “Dotarlo de medios tecnológicos, recursos humanos y espacios adecuados no es una utopía”, afirman, añadiendo que este nuevo centro debería integrarse plenamente en la red sanitaria pública y estar preparado para cubrir partos de bajo, medio y alto riesgo sin necesidad de derivaciones fuera de la ciudad.
La formación concluye que su propuesta no es un gesto simbólico, sino una solución realista, necesaria y ajustada a las demandas actuales del sistema de salud de Melilla.








