Desde la abdicación de Juan Carlos I, la reina Sofía pasó a un segundo plano, pero ha mantenido su actividad oficial y visitas a bancos de alimentos de distintos puntos de España con los que colabora su fundación. La reina Doña Sofía visitó recientemente el Banco de Alimentos de Melilla, dentro de la gira que está realizando por todas las sedes provinciales de esta asociación. El Banco de Alimentos de Melilla será el número 51 que la reina madre visita de los 54 que hay en España y lo hace como presidenta de la Fundación Reina Sofía. En la visita mantuvo un encuentro con autoridades y responsables del Banco de Alimentos, recorrió las instalaciones y se reunió con los voluntarios que colaboran con la organización. El Faro de Melilla conversa con la profesora Cristina Barreiro, Profesora Titular de Historia en el CEU San Pablo y autora de libros como Las Hijas de Isabel II, Corsortes reales o Bee. Beatriz de Sajonia-Coburgo, una princesa victoriana en España.
-"Estoy encantada, no me duele nada". Es una de la frases que la reina Sofía suele repetir a los periodistas cuando se le pregunta por su estado de salud (tiene ochenta y cinco años). La reina emérita está con ánimo de seguir en activo representando a la Corona en aquellos actos en los que Felipe VI delega en ella. También a título personal, como este viaje reciente a Melilla para visitar el Banco de Alimentos. Háblenos de la faceta solidaria de la Reina Sofía.
-Es algo que SM lleva en su ADN. Desde hace décadas, la reina se ha implicado en labores humanitarias tanto a título personal como a través de la Fundación Reina Sofía que preside. Son numerosísimos los actos a los que acude, el esfuerzo y la atención que doña Sofía dedica a los más desfavorecidos. Desde 1977 la Fundación ha mostrado su labor solidaria en labores de cooperación internacional, apoyando la investigación contra el alzheimer, en todo tipo de actividades sociales y asistenciales. El Banco de Alimentos es una de ellas.
-La visita de Don Juan Carlos en 2007 a la Ciudad Autónoma era oficial. Doña Sofía la realiza como presidenta de su fundación a un Banco de Alimentos pero supone la presencia de un miembro de la Familia Real en ese territorio español. Los reyes de España todavía no han "pisado" Melilla. ¿Cree usted que deberían venir?
-Pienso que sí. Deben hacerlo y lo harán seguramente. Melilla es una parte de nuestro país y los reyes han querido desde su proclamación hace una década presentarse como integradores de todos los puntos de España. Esa es una de las funciones de la Monarquía como Institución en la que el Gobierno no debería interferir. La unidad y proyección de España por encima de las identidades políticas. Han sido centenares las visitas que en estos años Sus Majestades han ido realizando a ciudades, localidades rurales, islas... siempre mostrando su respaldo y la proyección que esa presencia en medios puede suponer para la zona visitada. Hay una parte de visibilización que es muy importante y que los reyes, en las circunstancias complejas fronterizas de la Ciudad Autónoma de Melilla, no pueden dejar de lado.
-En el 2007 estuvo el Rey Juan Carlos y se trata de la única vez que Doña Sofía ha estado en Melilla y fue hace 18 años, una visita histórica, la primera de los Reyes en 80 años (pues la anterior visita la hizo Alfonso XIII en 1927). ¿La circunstancia histórica de Alfonso XIII y la del 2007 era distinta?
-Sí, evidentemente. En 1927 acababa de ponerse fin a la guerra del Rif. Un conflicto que había dividido a los españoles desde 1906 cuando se había establecido el Protectorado español en Marruecos. Hubo episodios muy dramáticos como el Barranco del Lobo o el más sonado que es el de Annual en 1921. Aquello fue dramático para la sociedad civil, para los jóvenes más desfavorecidos y también para el Ejército. A partir de septiembre de 1925, con el éxito que supuso el Desembarco de Alhucemas, la zona empezó a pacificarse. Fue una gran operación militar, la primera anfibia y combinada en la que participaron barcos y aviones, y franceses y españoles. Y en breve se debería conmemorar su centenario. La victoria de los ejércitos españoles en Marruecos posibilitó el nacimiento de la nación marroquí tal como hoy la conocemos y a la que España concedió su independencia en 1956. Melilla vivió su gran transformación en los años de Alfonso XIII, con ese Art Noveau que se respira en tantos rincones. En 2007 todo era diferente ya. Aquella guerra formaba parte del pasado, aunque su memoria siempre ha estado muy presente entre los melillenses como no puede ser de otro modo.
-¿ Y la circunstancia del 2007 cuando los melillenses salieron a reivindicar su españolidad y la actual es también distinta?
-En este caso el hecho es el mismo. Son visitas que ayudan a reforzar la españolidad de la ciudad en circunstancias complejas. Pensemos en las reivindicaciones marroquíes de Ceuta y Melilla porque parte de la población originaria española se encuentra ante un futuro incierto. Es una situación que no resulta fácil, pero en la que el papel de la Corona puede y debe resultar importante.
-El Rey de España ha concedido el Toisón de Oro a su madre. Un gesto regio que manifiesta la valiosa labor que la reina emérita ha realizado en este país. ¿Podría profundizar en esta idea?
-Doña Sofía ha desempeñado un papel principal en la Corona. Sirve a España con dedicación y entrega. Lo hizo desde la proclamación de don Juan Carlos como Rey en 1975 y lo sigue haciendo en la actualidad, a pesar de los años. Es un ejemplo de templanza, lealtad y de renuncia también. Una referencia muy positiva para sus nietas. Solidaridad, debilidad por los niños, apoyo a los microcréditos, la cultura, la música, las humanidades en general. El Toisón de Oro es la máxima condecoración de la monarquía española. Con origen en Felipe III, desde el siglo XV. Y doña Sofía es merecedora de ella.