La Casa de Ceuta es de las pocas que remonta. Los feriantes destacan que la Feria empezó pronto y los trabajadores de empresas privadas aún no habían cobrado por lo que el inicio fue flojo
Nunca llueve a gusto de todos y eso es lo que ha pasado en la Feria 2016. El balance de los caseteros no es muy positivo en la mayor parte de los casos. Estiman que las ventas de comidas han bajado, al menos, un 10% respecto a las fiestas de 2015. Le echan la culpa a que los melillenses aún no habían cobrado y por eso subrayan que el inicio fue “flojo”.
Las casetas que se salvan son las de la Casa de Ceuta y El Costalero. La primera de ellas afirmó ayer a El Faro que ha experimentado una remontada porque la gente les ha respaldado todos los días. De hecho, estiman que las ventas han subido un 30%.
En el caso de El Costalero, las cuentas van a salir similares a las del pasado año. El comedor ha estado lleno tanto en las comidas como en las cenas. De hecho, ha habido días en los que se han juntado hasta 60 personas en una misma mesa porque han creado un menú de 17 euros y otro de 25 para adaptarse a todos los bolsillos.
En la Peña Bética, una de las más antiguas de la Feria, la cosa no ha ido mal del todo. Sin embargo, su responsable aseguró a El Faro que se había hecho cargo de otras dos casetas más y ésas habían sido un auténtico “fracaso”, a pesar de haber bajado los precios.
También en esta caseta opinan que las fiestas comenzaron muy pronto y por eso, el inicio de las fiestas atrajo a menos personas que otros años, ya que la gente no tenía aún el dinero de la nómina en sus cuentas del banco.
En la misma línea, los responsables de la Peña del Real Madrid subrayan que las noches han sido “más flojas” de público que en la Feria de 2015. Aseguran que las comidas de familias enteras les han salvado estos días.
Otra de las casetas famosas es la del Bar Aragón. En este rincón han notado una disminución de un 10 o un 15% de público, sobre todo, los primeros días. Explican que hasta el 1 de este mes los melillenses que trabajan en empresas privadas no han cobrado y por ello, no ha sido hasta ahora cuando se ha notado un aumento del número de melillenses en la Feria.
Pero en El Capirote no son tan optimistas. Explican que han bajado las ventas un 30% respecto al pasado año. Ni siquiera el viernes pasado fue un día “espectacular” para esta caseta. Tampoco el día que realizaron un gran caldero de migas consiguieron atraer a los melillenses porque hubo un 40% menos de público.