Javier Imbroda, que falleció este domingo a los 61 años de edad, ganó la medalla de bronce como seleccionador con España en el Europeo de 2001, también la plata en el Eurobasket de 1999 como ayudante de Lolo Sainz y el bronce en los JJOO de Barcelona 92 como ayudante en la Lituania de Arvidas Sabonis y Sarunas Marciulionis, además de ganar a Estados Unidos en partido oficial en el Mundial de Indianápolis 2002.
Javier Imbroda formó parte de la generación de entrenadores españoles que revitalizaron el baloncesto español en la década de los noventa.
Imbroda comenzó su andadura en el Maristas de Málaga al que ascendió desde 1ªB y al que llevó hasta el subcampeonato ACB ya bajo la denominación de Unicaja en la temporada 94-95.
Después fichó por Caja San Fernando de Sevilla y por el Real Madrid en la 2002-03.
Entre medias, en 1992, fue asistente en la selección de Lituania en los Juegos Olímpicos de Barcelona y ayudante de Lolo Sainz en la selección española desde 1995 hasta que en 2001 se hizo cargo del equipo ganando el bronce en el Europeo de Turquía.
En 2002, en el Mundial de Indianápolis, ganó a Estados Unidos en la lucha por la quinta plaza por 81-75, en la que es todavía la única victoria española contra la selección estadounidense en competición oficial.
Más allá de su trayectoria y sus logros, Javier Imbroda fue uno de los impulsores del cambio del baloncesto español apostando por una fuerte defensa y por el juego rápido de transición en ataque.
Inquieto dentro y fuera de las canchas, Javier Imbroda dio un paso al lado en el baloncesto para presentarse en 2018 a las elecciones autonómicas de Andalucía por Ciudadanos y ser designado consejero de Educación y deportes de la Junta.
Casi al mismo tiempo Imbroda comenzó a luchar contra un cáncer de próstata que ha sido la causa de la marcha definitiva de un hombre inquieto que triunfó en el deporte, en la política y en la vida.